La redacción de 'El Mundo' se rebela contra Veo7, Orbyt y otros ‘inventos’ de Pedro Jota

La fantasía del periodista orquesta, ese que sirve para un roto y un descosido, para una televisión o un periódico de papel, hace ya tiempo que es una realidad. Diez años atrás era algo inconcebible, pero hoy en día es tan natural como los periódicos web. Lo que no es tan comprensible es el hecho de que la reconversión de los periodistas ‘monomediáticos’ en ‘periodistas multimedia’ sea gratuita. Es decir, resulta innegable que la profesión se reinventa y los trabajadores deben anticiparse, pero también es irrefutable la fórmula ‘a más trabajo, más salario y mejores condiciones’. Esto es lo que reivindican desde hace tiempo los periodistas de El Mundo, que se han visto arrastrados por la fiebre mediática de Unidad Editorial y han pasado de sólo redactar, sólo hacer fotos o sólo hacer televisión, a hacerlo todo a la vez con el mismo sueldo y bajo el mismo convenio laboral.

A todo esto responde la explosión ocurrida en el Comité de Empresa del diario de Pedro Jota. “No pueden obligarnos a trabajar para Veo7”, denuncian. En un comunicado reproducido por la FESP , los sindicatos aseguran que “el Comité ha recibido quejas de la redacción en Madrid y de varias delegaciones, porque ciertos jefes obligan a fotógrafos y redactores a realizar un trabajo extra para Veo7, además del que realizan para El Mundo, El Mundo.es y, en su caso, El Mundo en Orbyt. Algunas personas se han negado y han sido llamadas a un despacho para decirles que deben hacer esas nuevas tareas”.

Los trabajadores del grupo consideran sobradamente probado su compromiso con la empresa en estos tiempos de crisis, ya que hace meses aceptaron “unas medidas de ahorro que suponen una disminución de nuestros ingresos” y “demostraron la misma responsabilidad” aceptando trabajar “más y más deprisa para atender a El Mundo.es y, últimamente, también a El Mundo en Orbyt, sin recibir ni reclamar ninguna contraprestación a cambio”, según defienden en el comunicado.

Sin embargo, frente a dicho compromiso, denuncian que “la empresa ha respondido en varias ocasiones con decisiones injustificadas y carentes del mínimo sentido común”. “Pero ahora bate su propio récord en relación con Veo7: actúa de una manera ilegal y, sin hablar con el Comité de Empresa, obliga a la plantilla a trabajar para otra empresa (Veo7) y, además, gratis”, añaden.

Unidad Editorial, por su parte, se ha defendido de esas acusaciones alegando que es “un grupo multimedia que produce contenidos informativos para varios soportes (papel, internet, radio y televisión)”. Añade que “se han impartido cursos de vídeo y locución para preparar a la plantilla para esas nuevas actividades” y que “las grabaciones que se solicitan a la plantilla no suponen una mayor carga de trabajo, sino una forma diferente de realizar sus tareas dentro de su jornada laboral y con respeto a su cualificación”.

Una respuesta con la que los sindicatos no quedan conformes ya que, en su opinión, ceder trabajadores de una empresa a otra sin cumplir determinadas condiciones “es ilegal y está castigado por la ley”. Asimismo, denuncian que “es falso que esas tareas no supongan una mayor carga de trabajo”.” Quien dice eso no tiene la mínima idea de cómo se trabaja en las redacciones y, sobre todo, en las delegaciones de El Mundo donde la plantilla es más escasa”, añaden.