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La célebre clínica Incosol deja compuestas y sin pollo a las condesas de Marbella
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La célebre clínica Incosol deja compuestas y sin pollo a las condesas de Marbella

Fiel a la cita de todos los años con la solidaridad, y bajo la mirada atenta de las condesas con mandil, que se engalanan así para

Fiel a la cita de todos los años con la solidaridad, y bajo la mirada atenta de las condesas con mandil, que se engalanan así para una buena causa, el Bazar Navideño de Cáritas de Marbella se vistió con sus mejores galas. En estos eventos solidarios, todos los negocios de la ciudad se involucran para colaborar con los más necesitados. Sin embargo, este año quien dio el do de pecho fue la célebre Clínica Incosol: dejo compuestas y sin pollo a condesas y duquesas del lugar.

 

En los menús estaba anunciado como donación del grupo Jale el primer plato para la cena Noche de Paz, a la que asistieron 300 personas a 30 euros el cubierto. Pues bien, llegó la hora de la degustación gastronómica y el famoso ‘Puchero de pollo de corral’ anunciado a bombo y platillo no aparecía por ningún lado. Las condesas se pusieron nerviosas y, viendo que no llegaba el plato estrella del evento, Iphone en mano, llamada de rigor al gerente de Incosol para ver qué pasaba.

Los directivos de la clínica ni se dignaron a contestarlas. Total, que tras este generoso plantón a la aristocracia marbellí, el cocinero del lugar tuvo que improvisar unas deliciosas ‘Lechugas frescas de la huerta’ salteadas con virutas de queso para solventar las protestas de las presentes. Lo único bueno fue que gracias a esta obligada dieta nocturna, las condesas bailaron más ligeritas al son de la Década Prodigiosa. De hecho, algunas bordaron el baile de ‘Los pajaritos’.

Sin duda, el entusiasmo de los 200 voluntarios que colaboraron en esta edición y de las empresas y negocios familiares de la ciudad que participaron (como Marrush, Goyo o Lepanto) salvó el evento de Caritas. No solo eso; dieron un ejemplo del verdadero concepto de generosidad a los ostentosos negocios que no merecen pertenecer a esta ciudad del canto sin dueño.

Incosol parece ignorar que más de 800.000 familias utilizan los servicios de Cáritas; tal vez a sus responsables no les preocupa. Hace unos meses el grupo se declaró en suspensión de pagos; la última víctima que se cobra la recesión inmobiliaria en Andalucía. Pero, además, su crisis está afectando de lleno al sector turístico. Sus responsables aseguran que nada ha cambiado en los hoteles Jale desde que la gestión de las sociedades encargadas de cuatro de sus establecimientos pasó, de forma temporal, a manos de la administración judicial. Tanto Incosol como los hoteles Colón Costa Ballena y Duques de Medinaceli, en Cádiz, y el Palacete Mirador de Córdoba, continúan su marcha habitual. Lo que no parece funcionar muy bien son las cocinas. Que se lo digan a las marquesas.

Fiel a la cita de todos los años con la solidaridad, y bajo la mirada atenta de las condesas con mandil, que se engalanan así para una buena causa, el Bazar Navideño de Cáritas de Marbella se vistió con sus mejores galas. En estos eventos solidarios, todos los negocios de la ciudad se involucran para colaborar con los más necesitados. Sin embargo, este año quien dio el do de pecho fue la célebre Clínica Incosol: dejo compuestas y sin pollo a condesas y duquesas del lugar.

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