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'Público' busca suscriptores en UGT a cambio de una 'tele' de plasma
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'Público' busca suscriptores en UGT a cambio de una 'tele' de plasma

Cualquier estrategia vale cuando se han quedado por el camino más de 50 millones en apenas tres años. El diario Público ha puesto en marcha una

Cualquier estrategia vale cuando se han quedado por el camino más de 50 millones en apenas tres años. El diario Público ha puesto en marcha una agresiva campaña para conseguir suscriptores entre los afiliados a UGT, compañeros de viaje ideales para luchar contra el “vendaval regresivo” que “aprovecha la coyuntura para intentar denostar todo lo público a favor de unos mercados todopoderosos”. Al menos así vende la oferta el director del medio, Jesús Maraña, en una carta en la que busca tocar la fibra sensible de los sindicalistas.

La misiva, que parece más bien dirigida a un obrero del siglo XIX, no tiene desperdicio. “La amenaza constante de quiebra financiera utiliza el discurso del miedo para desatar una ola reaccionaria que está frenando los avances sociales y debilitando los derechos de los trabajadores”, apunta. Claro que, por si la ideología no funciona, el rotativo de Jaume Roures ofrece un ahorro de 360 euros sobre los 744 que cuesta la suscripción anual, además de un pack con una televisión LCD de 19 pulgadas, DVD y TDT.

Y es que, puestos a entregarse, mejor hacerlo con todas las consecuencias. Maraña carga abiertamente contra los responsables de la crisis, “los mismos que pretenden dictar con desparpajo las presuntas y únicas soluciones” y quienes alientan la crítica a las centrales sindicales. “Se percibió de forma diáfana en las semanas previas a la huelga general del 29-S, cuando la criminalización de los sindicatos desde amplios sectores políticos y mediáticos alcanzó cotas vergonzosas para cualquier ciudadano progresista y peligrosas para la salud de la democracia”, insiste. Y es que todo vale por una suscripción.

El regalo para el ugetista que se sienta conmovido también incluye 20 películas y varios libros, vinculados a las promociones de fin se semana del diario. Si la soflama del director no es suficiente, siempre se puede recurrir a El pensamiento comunista, de Marx, o los Escritos revolucionarios, del Che Guevara. Y faltaba la carga de profundidad contra la religión para lograr una complicidad plena con el lector: “Este vendaval regresivo (…) lo mismo pone en la diana los derechos laborales que el sistema de pensiones; tan pronto siembra dudas sobre el sostenimiento de la sanidad pública como reivindica el uso del dinero de todos para financiar la enseñanza religiosa”.

Público defiende desde su nacimiento “un respeto radical al papel imprescindible de los sindicatos en la protección de los derechos de los trabajadores” y “aspira a ser tu periódico y a compartir contigo datos y argumentos que nos ayuden a impedir la imposición de ese 'discurso único'”. Para pensárselo. Sobre todo si necesitas una tele.

Cualquier estrategia vale cuando se han quedado por el camino más de 50 millones en apenas tres años. El diario Público ha puesto en marcha una agresiva campaña para conseguir suscriptores entre los afiliados a UGT, compañeros de viaje ideales para luchar contra el “vendaval regresivo” que “aprovecha la coyuntura para intentar denostar todo lo público a favor de unos mercados todopoderosos”. Al menos así vende la oferta el director del medio, Jesús Maraña, en una carta en la que busca tocar la fibra sensible de los sindicalistas.

Jaume Roures