El director de 'El Mundo' estrena fiebre tuitera y correponsalía a dúo: su hija y su 'yerno' aterrizan en Nueva York

Más vale tarde que nunca. Desde hace semanas, el director del diario El Mundo, Pedro Jota Ramírez, vive una nueva vida tras estrenar perfil como usuario de la red social Twitter. No importaba que la popular plataforma de micromensajes de 140 caracteres llevara cinco años sacudiendo la red. Hasta que no ha llegado el corajudo periodista riojano el invento de los chicos de Sillicon Valley no tenía prácticamente sentido.

La compulsiva afición de Pedrojota por el uso de Twitter tiene bastante que ver con su iniciación como usuario de iPad, la tableta de Apple a medio camino entre un portátil ultraligero y un móvil iPhone. Primero fue la obligación de promocionar Orbyt, la plataforma de contenidos de pago de Unedisa, pero luego el compromiso comercial derivó en descubrimiento techy y pura fascinación por la conexión total a internet.

Desde su estreno, Pedro J ha quedado fascinado por el poder de movilización de Twitter. Su incursión en el mundo de los videoblogs, donde hacía incisivos comentarios a cámara, tirantes al hombro y gafas en mano, sobre los temas de actualidad, ha quedado en un segundo plano. Ahora toca tuitear y retuitear, interactuar a todas horas con los followers y alimentar el jardín del ego viendo cómo crece el número de seguidores día a día.

Con Pedro J activo en la red, la línea editorial de El Mundo o incluso las objeciones al trabajo de sus propios redactores pueden adivinarse antes por Twitter. Sin embargo, las exclusivas todavía las guardan para el papel, mientras que las noticias de consumo interno las deja para la radio macuto del grupo, como ocurrió con la salida de Eduardo Inda de la dirección de Marca, ampliamente ovacionada, o con la rotación de su red de corresponsales.

Este último cambio ha sonrojado a la plantilla de Unedisa. El director de El Mundo ha decidido desplazar a Carlos Fresneda de la corresponsalía de Nueva York, una de las más cotizadas, para destinar allí a la periodista María Ramírez, reconocida por su labor como corresponsal en Bruselas y a la sazón hija de Pedro J. Nada que objetar si no fuera porque la joven se hace acompañar por su pareja, el actual titular de la corresponsalía de Londres.

El 2x1 de Pedro J ha hecho recordar casos pasados, cuando el periódico no hizo gala de la misma sensibilidad con otras relaciones sentimentales o cuando ignoró cuestiones de meritocracia al reordenar las principales corresponsalías de Europa, todo para que Londres fuera ocupado por la entonces favorita del director de El Mundo. Visto el ambiente interno, no sería de extrañar que mañana hubiera reacciones por Twitter. ¡Atentos!