La solución para Grecia la tiene Harry Potter

No sólo los españoles somos expertos en reírnos de las desgracias propias y ajenas. La incapacidad de la UE para encontrar una solución a la crisis de la deuda griega está dando lugar a comentarios jocosos de algunos analistas, como Richard Woolnough, gestor de fondos de M&G, al que se le ha ocurrido comparar la situación de Grecia con la última entrega de la saga de Harry Potter, estrenada este fin de semana. Y lo peor es que tiene sentido.

A su juicio, si la historia de Potter se centra en las tres 'reliquias de la muerte', Grecia tiene a su disposición tres instrumentos mágicos muy parecidos. El primero es la capa de invisibilidad, que "tristemente Grecia ya usó para ocultar el verdadero volumen de su deuda para lograr su entrada en la zona euro en 2001. Desgraciadamente, este encantamiento ha sido descubierto y ha perdido su protección".

Neutralizada esta cualidad, sólo quedarían dos opciones. La primera de ellas es la piedra de la resurrección, es decir, incurrir en impago y que su deuda reaparezca como una sombra de su ser anterior, lo que dejaría en pie a la zona euro pero soliviantaría al BCE y a los inversores.

La última de las posibilidades es usar la varita de sauco (la varita mágica que puede con todas las demás) y amenazar con destruir el sistema entero, lo que le granjearía el apoyo de sus amigos de la eurozona para mantener su deuda entera, el sueño del euro vivo y al BCE feliz. Ambas alternativas tienen consecuencias muy distintas en la economía y en los mercados, pero su destino, como el de Potter, no está sólo en sus manos sino en las de sus amigos y adversarios.

Existen otros hechizos que los participantes en esta fábula podrían utilizar. A los griegos les encantaría usar el hechizo 'Evanesco' (que hace desaparecer cosas), que consistiría en una unión económica europea completa, lo que de facto haría desaparecer la deuda griega. Un resultado perfecto para el país que fracasó en su intento de esconderla bajo la capa de invisibilidad.

En cambio, el Ministerio de Magia, conocido en el mundo muggle (los seres no mágicos en la jerga de estas películas) como FMI, preferiría usar su habitual maldición 'Crucio' (que causa un dolor insoportable al destinatario), insistiendo al país díscolo para que arregle sus desequilibrios. Insoportable para los griegos pero bajo el beneplácito de los países del Norte.

Una tercera posibilidad es la utilización por los mercados del hechizo 'Expulso' (que provoca la explosión de un objeto) por el que los griegos serían expulsados de la zona euro, con la desordenada reintroducción de una moneda nacional.

Este saleroso analista considera esta última como la solución más probable de la tragedia griega. "Si al final ocurre, será mucho más dolorosa que las demás opciones a corto plazo, pero a largo plazo será buena para restablecer el orden natural de la estabilidad económica, porque las naciones y los mercados establecerían tipos de cambio y políticas fiscales y monetarias apropiados, lo que permitiría una distribución eficiente del trabajo y el capital y, esperemos, también un final feliz". Ahí queda eso.