Los ‘recaditos’ de última hora que deja Salgado a De Guindos y Montoro

Habrá sido por casualidad, pero lo cierto es que la exvicepresidenta Salgado ha dejado al menos un par ‘recaditos’ de última hora a sus sucesores. El primero se refiere a una rebaja generalizada de los indicadores sintéticos, una especie de PIB adelantado que reflejan mensualmente el momento económico, y que elaboran los servicios técnicos de su departamento. El segundo ‘recadito’ se refiere al déficit público, que las estimaciones oficiales del anterior Gobierno lo sitúan ya en el entorno del 6,8% al acabar el año 2011, frente al 6% que se consideraba como ‘objetivo irrenunciable’.

Pues bien, en cuanto a la coyuntura, el indicador sintético de actividad muestra una recaída importante. Hasta el extremo que anticipa que la economía española está ya en recesión. Cae, en concreto, un 0,5% en términos intertrimestrales, lo que supone un recorte en las previsiones de cuatro décimas. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la contracción económica ya está aquí, en particular por el mal comportamiento  de los servicios, la construcción y los bienes de equipo, cuyo indicador sintético de actividad se ha desplomado. La conclusión no puede ser otra que la herencia que ha recibido el nuevo Gobierno será peor de lo previsto.

Algo parecido sucede con el déficit público. El anterior Gobierno sostenía con cierta solemnidad y llenándose la boca que cumplir el objetivo del 6% no era una opción ni una posibilidad. Era, simplemente, una obligación. Pero lo cierto es que en conversaciones privadas algunos altos cargos del anterior Ejecutivo dan por hecho que se alcanzará el 6,8% a final de año. O lo que es lo mismo, la diferencia entre ingresos y gastos será superior en unos 8.000 millones de euros de euros respecto de lo previsto. Y eso sin contar con que el nuevo Gobierno, cuando tenga la información precisa, no revise todavía más al alza el agujero presupuestario.

Como diría el clásico, con estos bueyes tendrán que arar De Guindos y Montoro.