El hotelero Antonio Catalán, el amigo de Zapatero, vuelve a llevarse bien con el PP

Estuvo proscrito durante un tiempo en la sede nacional del PP, pero al olor de los nuevos tiempos, el navarro Antonio Catalán no ha tardado ni un mes en volver a merodear al nuevo poder de Mariano Rajoy. El empresario hotelero a quien desde Génova 13 se culpó en 2008 de estar detrás de la ruptura inducida del pacto con la Unión del Pueblo Navarro (UPN) participará este fin de semana como ponente en un acto sectorial sobre turismo que tendrá lugar en la Convención autonómica del PP de Andalucía.

Cosas veredes, que faran hablar las piedras… Catalán, que ha pasado por ser en los últimos años uno de los empresarios de cabecera del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, de quien se confiesa amigo, participará mañana en el foro del PP “Retos del turismo en Andalucía: empleo y oportunidades” que coordinará el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo. Un encuentro con expertos del sector que tendrá lugar apenas un par de horas antes de que las principales figuras del partido como la ministra de Empleo, Fátima Báñez, Javier Arenas o el propio Rajoy tomen la palabra en el mismo evento.

La rehabilitación de Catalán por parte del PP no deja de ser llamativa, cuanto menos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, en el 2008, el enfado de Génova con el empresario amigo del ex presidente navarro Miguel Sanz fue mayúsculo. A él se le culpó, desde el primer momento, de ser uno de los personajes secundarios que, entre bambalinas, más hicieron porque UPN soltase amarres con la formación de Mariano Rajoy. De hecho, Génova llegó a ordenar a los mandos del partido que, en adelante, no volviesen a contratar los servicios de AC Hoteles para ningún acto político. Tiempo después, el propio empresario lo reconocía abiertamente: “Colaboré al entendimiento entre UPN y PSOE y ha tenido un gran coste para mí”.

Afortunadamente para Catalán, las aguas ya no bajan revueltas y el tiempo parece haber olvidado aquellos momentos de máxima tensión. Aunque el navarro sigue afirmando, allá donde lo quieran oír, que mantendrá siempre su amistad con Rodríguez Zapatero. “No reniego de mi relación (con Zapatero), ni soy tan crítico como mucha gente. Sí, soy su amigo. Le conocí antes de que fuera nombrado presidente del Gobierno y seguiremos siendo amigos cuando regrese a León”, reconocía recientemente en una entrevista. “Mi relación con Rajoy es buena, correcta, pero no tiene nada que ver”, añadía.

Sea como fuere, a Catalán le conviene ahora limar asperezas con Rajoy y con sus principales ministros. Quizá en esa clave se pueda entender también que Catalán haya ofrecido uno de sus hoteles de mayor postín, el Santo Mauro de Madrid, para el homenaje que el Foro Puente Áreo ha ofrecido esta misma semana al ministro Luis de Guindos. En las fotos de la cena se le podía ver, sonriente, entre el propio De Guindos y el presidente de Bankia, Rodrigo Rato.