Apoteosis del ‘PSOE verdadero’, Felipe y Cebrián en la fiesta del periodismo gratuito

El Espacio Fundación Telefónica fue ayer un escenario para el reencuentro de la ‘beatiful people’. El Grupo Prisa asistía otra vez a la comunión entre Juan Luis Cebrián y Felipe González, desaparecidos los ‘molestos’ Zapatero y ‘Público’, para apadrinar el nacimiento del ‘Huffington post’ en España, con sólo 8 periodistas y alimentado por una pléyade de blogueros que escriben gratis “por el prestigio” que da, según dice su directora, Montserrat Domínguez.

Felipe González se convirtió, sin tener que hablar al público, en la estrella de un acto al que Rubalcaba prefirió enviar a su guardia pretoriana: Eduardo Madina, Elena Valenciano y Soraya Rodríguez, mientras el periodista de RNE, Toni Garrido, ejercía de maestro de ceremonias.

Y la inspiradora del proyecto en Estados Unidos, Arianna Huffington, que vendió a AOL su portal por más de 200 millones de dólares, hacía valer lo del ‘periodismo ciudadano’ enviando un tuit con una foto desenfocada en la que come torta del casar, su ‘queso favorito’. Ante este panorama, el mundo empresarial dio la espantada: apenas José Luis González Besada, dircom de Iberdrola, y Luis Abril, de Telefónica, como anfitrión.

Fuera del mundo PSOE, el único representante del PP era Esteban González Pons, que desde primera hora de la mañana se mostraba feliz en Twitter de ejercer de bloguero/periodista sin cobrar, lo mismo que el actor/diputado/bloguero/periodista Tony Cantó, de UPyD. Los dos, claro, pueden vivir del prestigio porque cobran como diputados. Lo mismo que el revolucionario Alberto Garzón (IU), el televisivo Boris Izaguirre o el arquitecto de los famosos, Joaquín Torres, todos blogueros y todos presentes en la fiesta. Los estudiantes del Master de El País asistieron in situ al futuro que les espera.

El único de los ‘blogueros’ que se ha planteado dejar de colaborar si no se remunera su trabajo ha sido el cineasta Álex de la Iglesia, quien en la noche del miércoles enviaba a la directora del medio las quejas de la profesión periodística. Montserrat Domínguez, en la fiesta, no se mostraba nada preocupada: “Que hablen de nosotros, aunque sea bien…”.