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El Arca de Botín: del zorro a la lagartija común
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El Arca de Botín: del zorro a la lagartija común

“La paloma, la tórtola, el búho, la lagartija común, garza, garcilla, halcón, hay tres águilas imperiales que nos sobrevuelan, pero que todavía no han anidado, tres

“La paloma, la tórtola, el búho, la lagartija común, garza, garcilla, halcón, hay tres águilas imperiales que nos sobrevuelan, pero que todavía no han anidado, tres zorros, el pájaro pico picapinos, conejos, liebres, topillos, culebras, pero de agua…”. La lista de especies de animales continuaba y los allí presentes escuchaban asombrados. Ni el mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente habría puesto tanto entusiasmo y orgullo para dar a conocer la fauna que reside en el ‘jardín’ de setenta hectáreas de la Ciudad Financiera de Banco Santander. Emilio Botín, en su discurso a lo Jara y Sedal, sorprendió hasta a Fernando Alonso, que atentamente escuchaba antes de inaugurar corriendo El Bosque, una zona arbolada con “olivos calabreses de 120 años… y que llegan a durar más de 600”.

“La verdad es que cuando me dijeron que viniera a inaugurar este bosque no me comentaron que había tanto animal peligroso y suelto por aquí… Habrá que ir rápido”. El piloto de Ferrari se tomó con humor la innumerable lista de seres vivos que podrían cruzarse por su camino en el kilómetro que se disponía a correr junto a unos cien trabajadores que -veloces como un Ferrari (o un Red Bull)-, contestaron primero a un correo interno que recibieron y que solicitaba voluntarios para trotar durante un kilómetro con Alonso.

Antes del discurso del presidente y de Alonso, por allí ya se encontraban, junto a un pequeño lago de agua azulada, el centenar de participantes con sus mallas, pantalones cortos, zapatillas de atletismo y camiseta oficial del evento solidario ‘Corre1Km+’. La magia de ver a tantos deportistas rodeados de un entorno natural-artificial tan impresionante se rompió cuando aterrizó el de Ferrari -que corrió en vaqueros-, y medio centenar de iPhones y BlackBerries hicieron sombra al protagonismo que estaba teniendo la naturaleza.

Un campo de golf, de fútbol, gimnasio, piscina cubierta, pádel, siete kilómetros de carril bici, un bosque enorme para perderse corriendo, guardería, restaurantes, tiendas… “cuando me retire ya me dirás, presidente, qué tengo que hacer para trabajar aquí porque, no es que esto sea único en España, también lo es en el mundo”. Fernando Alonso, que anualmente visita en varias ocasiones la Ciudad Financiera, parece estar encantado con la idea de rodear a los más de 6.000 trabajadores de tanta flora y tanta fauna. Que tiemble el zoo.

“La paloma, la tórtola, el búho, la lagartija común, garza, garcilla, halcón, hay tres águilas imperiales que nos sobrevuelan, pero que todavía no han anidado, tres zorros, el pájaro pico picapinos, conejos, liebres, topillos, culebras, pero de agua…”. La lista de especies de animales continuaba y los allí presentes escuchaban asombrados. Ni el mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente habría puesto tanto entusiasmo y orgullo para dar a conocer la fauna que reside en el ‘jardín’ de setenta hectáreas de la Ciudad Financiera de Banco Santander. Emilio Botín, en su discurso a lo Jara y Sedal, sorprendió hasta a Fernando Alonso, que atentamente escuchaba antes de inaugurar corriendo El Bosque, una zona arbolada con “olivos calabreses de 120 años… y que llegan a durar más de 600”.

Emilio Botín