El día que confundieron a la patrona Sol Daurella con una empleada de Coca Cola

El puente aéreo depara muchas sorpresas. La semana pasada, el partido copero que enfrentó a Real Madrid y Barcelona movilizó a buena parte de la élite de la ciudad condal hasta la capital. En ese trasiego de notables con entrada vip, el poco tiempo del vuelo tan solo deja hueco para conversaciones banales y alguna confidencia curiosa. O como le ocurrió el pasado miércoles a Sol Daurella, probablemente una de las mujeres más ricas de Cataluña, da pie para situaciones de sonrojo capaces de provocar un desesperado "tierra trágame".

Acompañada por su marido, el multirelacionado Carles Vilarubí, la empresaria barcelonesa viajó en el puente aéreo hasta Madrid para ver el encuentro de Copa del Rey contra el Barca. A pesar de amasar una fortuna que le permitiría usar un jet privado para asuntos particulares como el de ese miércoles, la heredera de Cobega, la embotelladora de Coca Cola más grande del país, y principal accionista del negocio industrial en España que presta servicios a la multinacional de Atlanta voló en línea regular para desplazarse hasta la capital.

Como otros de su condición, rica de cuna pero discreta de puertas afuera, Daurella compartió vuelo con otros ilustres de Barcelona. En ese disputado hueco de la clase business tuvo lugar el encuentro fortuito entre la acaudalada heredera y la periodista catalana Joana Bonet, la histórica directora de la revista de moda Marie Claire, responsable durante dieciséis años de la publicación hasta el pasado mes de diciembre, afectada por los recortes de plantilla, y actual colaboradora radiofónica de Julia Otero y columnista del diario catalán La Vanguardia.

Vecinas temporales por puro azar, las dos mujeres procedieron a presentarse. Tras el saludo de cortesía llegó el momento del quién es quién. Por un lado, la periodista apuntó su condición de exmarieclaire, mientras que del otro la empresaria apuntó su papel de empleada de Coca Cola. En ese momento, la curiosidad y el desconocimiento hicieron que Bonet exclamara con ingenuidad: "Yo conozco al presidente (por Marcos de Quinto). ¿Tú en que departamento trabajas?". Con la misma naturalidad, Daurella contestó: "Yo… Es que soy la dueña".