La Fundación España de Bono y Zaplana sigue sin encontrar presidente

La Fundación España Constitucional busca presidente desde hace más de un mes. La situación no deja de ser un irónico reflejo de la situación que atraviesa España, con casi todos los partidos pidiendo una reforma de la Carta Magna en uno u otro sentido, tal y como quedó evidenciado en el último debate sobre el estado de la Nación. Pero la iniciativa impulsada por José Bono y Eduardo Zaplana para unir a los ministros de la Democracia en defensa de la Ley Fundamental sigue sin encontrar su principal cabeza visible.

Como ya adelantó este diario, el expresidente del Congreso de los Diputados y expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ha decidido optar por un segundo plano y no encabezar como presidente la Fundación que él mismo está constituyendo para defender la Constitución. Así se lo comunicó a los patronos que acudieron al Hotel Wellington el pasado 4 de febrero y a quienes propuso, en cambio, los nombres de dos exministros de la Unión del Centro Democrático (UCD): Marcelino Oreja y Rodolfo Martín Villa. El primero, declinó la oferta por considerarlo incompatible con su labor al frente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y el segundo, porque él mismo no se considera la persona más adecuada al haber sido ministro de Arias Navarro en la España preconstitucional. Y ahí sigue encallada la elección.

El pasado 4 de marzo, los patronos volvieron a reunirse en torno a Bono sin que, de momento, se haya encontrado una solución, por lo que se dieron un plazo de otros quince días para elegir los órganos de gobierno de la fundación y poder constituirse ya formalmente. Los exministros, encabezados por Bono y Zaplana, siguen aún tratando de convencer a Martín Villa para que acepte el encargo. En el fondo, pretenden que alguien de la UCD y de los primeros gobiernos de la Transición presida el proyecto sin estar ligado directamente a los dos partidos que ostentan la mayoría en España, el PP y el PSOE.

En este último mes, también ha variado la composición del propio patronato. Bono ha remitido una carta y ha contactado personalmente con todos los exministros de la democracia para invitarles a que formen parte de este proyecto que podría aglutinar a más de un centenar de políticos. Una agrupación de personas tan grande que complica el que todos puedan estar reunidos cada vez que Bono les convoque. Entre las incorporaciones de última hora está, por ejemplo, la de la exministra de Cultura Carmen Calvo.

Entre los que sí han declinado la oferta del socialista está el exministro de UCD Ignacio Camuñas, que participó en la reunión del 4 de febrero pero que ha rechazado formar parte de la iniciativa por entender, como expresidente de la Fundación Española de Fundaciones, que una fundación se basa, principalmente, en “la atribución de un capital para la consecución de un fin”. Algo que, en esta ocasión, no se da pues nadie ha desembolsado dinero para crear una capital fundacional. Como ya publicó este diario, Bono está buscando patrocinadores que se embarquen en su iniciativa y, entre las puertas que ha tocado, está la del Banco Santander.