El ‘bolo’ del juez Gómez Bermúdez sobre blanqueo de capitales y el Club Banesto

Hace dos jueves, el juez Javier Gómez Bermúdez tuvo un día de bolos, término al que alude el gremio de jueces y fiscales de la Audiencia Nacional para referirse a las invitaciones que reciben para participar en foros y ponencias jurídicas. Ese día, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 disertó como ponente en unas jornadas sobre blanqueo de capitales celebradas en Valladolid por el Ilustre Colegio de Abogados de la ciudad.

Igual que otros compañeros de trabajo, el malagueño Gómez Bermúdez aceptó la invitación cursada por los abogados vallisoletanos. Son muy pocos los magistrados y fiscales que rechazan participar en estos actos, en muchas ocasiones pagados, para evitar posibles conflictos de intereses o suspicacias, como ha podido ocurrir con el evento de la semana pasada, organizado por la Fundación Camilo de la Red en colaboración con Banesto-Club Justicia.

La filial del Banco Santander, controlada por la familia Botín, protagonista reciente de un caso de regularización fiscal de 2.000 millones de euros, ganó en 2009 el concurso realizado por el Ministerio de Justicia para ejercer como signatario de las cuentas del sector judicial. A través de esta relación comercial, Banesto puso en marcha el Club Justicia, un programa especial por el que ofrece condiciones especiales a cualquier profesional de este sector.

En este caso, según fuentes oficiales del Colegio de Abogados de Valladolid, la organización del evento corrió a cuenta de Banesto-Club Justicia, que normalmente es quien asume los gastos que generan estas actividades. Este tipo de episodios, como otros parecidos, independientemente de la remuneración, en caso de existir, está siendo objeto de revisión por el Consejo del Poder Judicial ante las quejas existentes dentro de la judicatura.

Entre otras cosas, el órgano de gobierno de los jueces pretende evitar situaciones como la protagonizada por el exmagistrado Baltasar Garzón. El entonces juez estrella de la Audiencia Nacional se dirigió por carta al presidente del Banco Santander (“Querido Emilio…”) para que financiara los cursos que impartió en la Universidad de Nueva York durante su año de excedencia en Estados Unidos. A distinta escala, los bolos, bolos son.