Pedro J. se tomó un café con Gómez de Liaño antes de llevar los papeles de Bárcenas a la Audiencia

Es el mejor paperboy que haya dado jamás este país, un tipo al que deberían levantar una estatua en la avenida Madison, alguien capaz de vender periódicos a quien no sabe leer, de abrir a toda página con una exclusiva que ya había dado su máximo competidor y de hacerla pasar por nueva hasta el punto de que no había tertulia radiofónica y barra de bar en la que no se hablara de otra cosa. Nos referimos, claro está, a Pedro J. Ramírez, director de El Mundo.

Después de abrir el domingo con su homilía 'Cuatro horas con Bárcenas', Pedro J. llamó a la redacción desde su retiro mallorquín para que la historia tuviera continuidad el lunes. "No es conveniente. No tenemos más que las fotocopias ya publicadas por El País", le recomendaron en la redacción. A esas horas, El Mundo todavía no manejaba los originales de Bárcenas.

Fue a lo largo del lunes, tras su regreso a Madrid, cuando Pedro J. se hizo con los mismos aprovechando el revuelo provocado por su artículo dominical. Si el entorno del extesorero quería echar más leña al fuego, quién mejor que el periodista riojano para tal menester.  

Luego, una hora antes de entregar ante la justicia una de las hojas originales de los ‘papeles de Bárcenas’, la carga de la prueba que viene a desmentir el mito de las fotocopias, Pedro J. Ramírez se reunió con el hombre que ahora mismo medita si aceptar sobre sus espaldas el peso de la defensa del extesorero del Partido Popular, quien, abandonado a suerte por las huestes del PP, parece dispuesto a morir matando desde su celda en el módulo cuatro de Soto del Real.

Javier Gómez de Liaño y Pedro J. Ramírez mantuvieron un encuentro a las seis de la tarde en las dependencias del diario El Mundo justo antes de que el periodista se presentase en persona y acompañado por su letrada en el registro de la Audiencia Nacional para entregar el original de una de las hojas de contabilidad manuscritas por Bárcenas. 

Los poderes de Pedro J. deben ser tantos y tan ocultos que hasta el Sindicato independiente de la Administración de Justicia (STAJ) ha denunciado trato de favor al director de El Mundo por la apertura "irregular" del registro de la Audiencia Nacional "fuera del horario establecido legalmente para la presentación de cualquier escrito". No hay puerta que este no pueda franquear. Ni siquiera las de la Justicia.

La interrogante 'Gómez de Liaño'

De momento, y de forma oficial, el exjuez Gómez de Liaño, apartado de la carrera judicial a raíz del caso Sogecable y a quien el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dio la razón años después, todavía no ha respondido afirmativamente a la petición formulada por el extesorero del PP para que lleve su caso. Hay que recordar que sus dos anteriores letrados, Miguel Bajo y Alfonso Trallero, le han abandonado a su suerte por desavenencias con él.

En conversación con este diario, Gómez de Liaño dijo ayer que todavía no ha dado ninguna respuesta a Bárcenas y se escudó en un “ya veremos” a las preguntas de si aceptará su defensa. “El procedimiento en estos casos es simple: hay que ver a la persona que pide que le defiendas y estudiar su caso antes de aceptarlo o no. Ninguno de esos trámites se ha producido de momento”, explicó.

Sea como fuere, su reunión con el director de El Mundo justo el día antes de que el periódico haya dado un paso más en este caso aportando parte de los originales de la contabilidad B del PP no parece casual. Gómez de Liaño se escuda en que fue al periódico a entregar su artículo mensual, pero lo cierto es que, de paso, mantuvo el citado encuentro con Pedro J.

Gómez de Liaño se convertiría en el hilo directo con el reo más famoso de España que, de seguir con sus supuestos ataques de sinceridad, podría deparar grandes portadas todavía para el periódico de la avenida de San Luis. Liaño, mientras tanto, se encontraba ayer centrado en un “importante” juicio en Valladolid y, hasta que no pase ese capítulo, no piensa meter la cabeza en el caso más enrevesado que rodea al PP y a su presidente, Mariano Rajoy.