¿100 millones por Bale es mucho? Sólo la mitad del premio gordo de ACS

Florentino Pérez dijo ayer desde Estados Unidos una de las verdades más razonadas que se han escuchado en los últimos tiempos en el alocado e irracional mundo del fútbol. En una entrevista a un medio de comunicación estadounidense, el presidente del Real Madrid le puso lo que los catalanes llaman seny a la más que probable contratación de Gareth Bale, por el que su club de origen, el Tottenham Hotspur FC de Londres, ha llegado a pedir 120 millones de euros.

“No solemos hablar de otros jugadores por respeto al jugador, al club y al presidente, con el que hice una buena amistad la pasada temporada con motivo del fichaje de Modric. Si no hablo de nombres, no hablo de dinero”, dijo Florentino antes de sentenciar que “100 millones me parece mucho, mucho para todo”. Una sentencia que dio la vuelta al mundo y abrió las ediciones digitales de los principales medios deportivos. Una aseveracióncon la que estaría de acuerdo la mayoría de la población de España, sea cual fuera su equipo, y la de Inglaterra, país que atraviesa una recesión similar a la nuestra.

Sin embargo, si Daniel Levy-el jefe de los Spurs- mira lo que Florentino tiene previsto abonar como sueldo extraordinario a los directivos de ACS, puede que los 100 kilos que pide por su empleado futbolista le parezcan poco. Porque el conocido y afamado constructor ha reservado 6,2 millones de acciones de su empresa para dárselas a los miembros de su cúpula directiva, entre los que se incluye él mismo. Un paquete de stock options que, tomando como referencia el precio de ejercicio del citado premio, asciende a 211,73 millones de euros.

Todo un premio gordo que cobrarán entre 2014 y 2015 y que se suma a los que ya se metieron entre pecho y espalda hace ahora dos años. Porque entre 2010 y 2011, un grupo distinguido de 39 ejecutivos de ACS, con Florentino Pérez como el más beneficiado, tuvo la suerte de repartirse un plan de fidelización de 470 millones de euros, de los que 200 fueron plusvalías constantes y sonantes gracias a la fuerte subida en bolsa del holding. Una revalorización provocada en gran parte porque Pérez destinó 1.800 millones de la caja de la compañía a comprar títulos de la propia sociedad, con el consiguiente calentón bursátil.

Un tesoro del que disfrutó la cúpula directiva de ACS, multinacional que un año después, en 2012, casualidades de la vida, afloró unas pérdidas de 1.900 millones. O lo que es lo mismo, casi 20 veces lo que el Real Madrid puede pagar ahora por Bale, el fichaje más caro de la historia.Eso síque parece mucho, “mucho para todo”.