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¿Qué falla en los telediarios de RTVE? No es la objetividad, es el decorado
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¿Qué falla en los telediarios de RTVE? No es la objetividad, es el decorado

El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ha tardado en darse cuenta de qué falla en los telediarios de la Corporación. Y eso que ha tenido buenos

El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ha tardado en darse cuenta de qué falla en los telediarios de la Corporación. Y eso que ha tenido buenos asesores por el camino. Por ejemplo, el director de Informativos, Julio Somoano, le sugería a finales de agosto que los ajustes presupuestarios estaban dinamitando la audiencia. Craso error. Tampoco tienen nada que ver las habituales críticas del Consejo de Informativos, que ha lamentado reiteradamente la falta de pluralidad en la casa durante la era PP y que este mismo viernes denunciaba la “degradación” a que se ha sometido a un programa histórico como Informe Semanal. Tonterías. De hecho, la respuesta era más fácil. El problema es el decorado.

Dicho y hecho. La televisión pública acaba de lanzar un concurso para “la contratación de la construcción del decorado para Telediario”. Un cambio de imagen que costará a la cadena 120.000 euros -IVA no incluido-, 20 millones de las antiguas pesetas. Claro que ese importe es pecata minuta en una sociedad donde el exceso no es la excepción. El propio consejero Oscar Pierre, nombrado a propuesta de CiU, se extrañaba en un reciente informe interno del número de efectivos en áreas como Recursos Humanos, con 150 profesionales. “En compañías con similar número de empleados como RTVE, más de 20-30 personas en RRHH es ya elevado. Telecinco y Antena 3 no superan las 15 personas en RRHH aunque son más pequeñas en cuanto a número de empleados”, decía textualmente el documento.

El presidente, no obstante, explicaba el pasado viernes en sede parlamentaria los presupuestos de la Corporación para 2014, en los que el Gobierno ha mantenido la dotación –tras años de recortes- pese a la menguante audiencia. Echenique dejó claro que los principios que mandan en la televisión pública son “austeridad, ahorro y eficiencia” en gastos. En esta línea, se comprometió a ahorrar 70 millones de euros anuales y a obtener 20 millones de euros por ingresos en patrocinios, una fórmula salvadora cuyo encaje legal las televisiones privadas no han dudado en cuestionar. ¿Qué son 120.000 euros de nada ante un esfuerzo de contención tan importante?

Claro que tal vez algunos no lo vean igual. Los sindicatos alcanzaban una acuerdo con la Dirección esta semana para reducir la masa salarial de la compañía en 28,5 millones. A cambio, Echenique se compromete a mantener el empleo en la casa hasta el año 2015, un plazo que cumple rápido. Para lograr ese ahorro se pierden las rutas y otros beneficios sociales, sin contar con los ajustes en las categorías. Tras el plácet sindical, el acuerdo debe ser votado ahora por los trabajadores de la Corporación. No hay duda sobre cuál será el resultado de la votación, todo sea por mejorar la audiencia de los telediarios.

El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ha tardado en darse cuenta de qué falla en los telediarios de la Corporación. Y eso que ha tenido buenos asesores por el camino. Por ejemplo, el director de Informativos, Julio Somoano, le sugería a finales de agosto que los ajustes presupuestarios estaban dinamitando la audiencia. Craso error. Tampoco tienen nada que ver las habituales críticas del Consejo de Informativos, que ha lamentado reiteradamente la falta de pluralidad en la casa durante la era PP y que este mismo viernes denunciaba la “degradación” a que se ha sometido a un programa histórico como Informe Semanal. Tonterías. De hecho, la respuesta era más fácil. El problema es el decorado.

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