Juan Costa, el 'golden boy' de Aznar, saca brillo a los coches de Alejandro Agag

A Juan Costa siempre le ha gustado pisar el acelerador, mirar hacia el futuro e intentar adelantarse a él. Al exministro de Ciencia y Tecnología con José María Aznar y exsecretario de Estado de Hacienda se le debe, sobre todo, que los españoles no esperemos aburridos en algún bar la devolución del IRPF: introdujo la informática en la anquilosada Agencia Tributaria a finales de los 90. Años después de este hito y lejos del PP, ha presentado un estudio que, de cumplirse, supondría la exclusiva de una revolución mundial: la Fórmula E de Alejandro Agag cambiará nuestro modo de vida.

Juan Costa no es periodista. El exdiputado es actualmente el socio responsable a nivel global del Área de Sostenibilidad de la compañía EY en la que, entre otras cosas, se dedica a elaborar informes para advertir de lo bueno o malo (normalmente lo primero) que es una empresa para el cambio climático. En este caso ha estudiado la competición de coches eléctricos, la Fórmula E, que ha nacido bajo el brazo de Alejandro Agag y Enrique Bañuelos.

Según Value & Sustainability Report, la Fórmula E, que arranca dentro de un año, “incrementará de forma adicional las ventas en 77 millones de coches eléctricos vendidos en todo el mundo en los próximos 25 años”, traducido a euros unos “142.000 millones adicionales de facturación generados para la industria del automóvil”.Más claro el agua: si tu coche tiene quince años puedes aguantar otros tantos porque en el futuro no habrá gasolineras.

Un estudio con 40 años vista

Además, la Fórmula E podría acabar con una pequeña parte del paro en el mundo porque se estima la “creación de unos 42.000 puestos de trabajo permanentes”, pero sólo los primeros curriculums serán admitidos. Eso sí, el cálculo se basa en que “la Fórmula E durará 40 años”… Este apunte, ya de por sí, es una gran noticia.

En lo siguiente, que se ‘agarren’ los de los petrodólares: la puesta en marcha de la Fórmula E y todas sus consecuencias supondrían “4.000 millones de barriles de petróleo menos”. Nada más y nada menos que “el equivalente del consumo actual durante dos años y medio de Japón” (han elegido este ejemplo porque todo el mundo sabe que conducen mucho). Para la atmósfera sería un alivio, ‘respiraría’ “900 millones de tonelada menos de CO2, lo que representa las emisiones de Italia en dos años” (país que EY sabe que emite mucho CO2).

El informe de la empresa que representa Juan Costa no se queda ahí –en conductores y capas terrestres- y explora en los beneficios directos de la Fórmula E para la sociedad: “Un ahorro de 25.000 millones de euros en los costes asociados al cuidado de la salud, una reducción de la contaminación en las ciudades y una mejora significativa en la calidad de vida”.

En definitiva, según la empresa de Juan Costa, la Fórmula E se presenta como todo un chollo para el mundo en general y las diez ciudades que han decidido acoger este espectáculo en particular. Y de eso ya se han dado cuenta compañ como McLaren, Renault, Williams, Michelin, DHL, Tag-Heuer y Qualcomm, que han invertido en la competición, además de excampeones del mundo de la Fórmula 1 como Alain Prost o Damon Hill, involucrados también en el proyecto. ¿Tendrá razón el señor Costa?