Es noticia
Castellanos ya no quiere saber nada de Vocento
  1. España
  2. El Confidente
El Confidencial

El Confidente

Por

Castellanos ya no quiere saber nada de Vocento

El grupo rebelde de Vocento repliega velas. Los Bergareche, Urrutia y Castellanos han perdido interés (y mucha sangre) en hacerse con el control del grupo. Tiempo,

El grupo rebelde de Vocento repliega velas. Los Bergareche, Urrutia y Castellanos han perdido interés (y mucha sangre) en hacerse con el control del grupo. Tiempo, desgaste, pocos resultados y un grupo en el que unos van por un lado y otros por el contrario. Lejos queda aquel 2007 en el que Castellanos pergeñaba una OPA sobre el holding de medios o aquel 27 de febrero de 2012 en el que el Consejo de Vocento se rompió en mil pedazos y los Bergareche y Urrutia, apoyados por otros accionistas como Manuel Jove y Félix Revuelta, trataban –infructuosamente– de dar un ‘golpe de Estado’.

Pero nada. No lo lograron y ahora están hasta el capirote de dar pábulo a esta especie de Falcon Crest en el que se ha convertido Vocento. La primera en recular ha sido la familia Bergareche. Los cinco Bergareche accionistas de Bycomels, tenedora del 7,96% del grupo, han decidido liquidar esta sociedad y repartirse el pastel accionarial. ¿Qué significa esto? Tal y como explicábamos en esta sección de El Confidente, “la medida anticipaba una bajada de periscopio en la guerra soterrada que se viene librando desde hace años, e incluso el desmantelamiento de la pantalla de radar con la que unos y otros se controlaban”.

Tras los Bergareche, ahora quien se lamenta de su periplo por los predios de los Ybarra y Luca de Tena es Jaime Castellanos. Dice que está harto, que quiere dejar el consejo de Vocento, que le ha dado muchos disgustos y ninguna alegría, que ya no está para estos trotes…

Jaime Castellanos Borrego (Guecho, País Vasco, 1952) es la salsa que condimenta todos los platos. Con cierta querencia por los medios de comunicación, le gusta tocar todos los palillos. Fue presidente del grupo Recoletos desde 1998 y hasta 2003 y luego lo vendió a los italianos de Rizzoli con suculentas plusvalías. Les vendió todo el grupo excepto el gratuito Qué, que se lo quedó para después colocárselo a los 'amigos' de Vocento por más de 130 millones de euros: el negociode su vida. Espresidente del banco de negocios Lazard y de la empresa Willis en España, además de consejero independiente de Acciona.

Castellanos asegura que ya no se deja ver tanto en los salones empresariales, que ha rebajado su actividad desde que, recientemente, sufriera un ataque de vértigo durante unas jornadas cinegéticas en Hungría y se diera un fuerte golpe en la cabeza que requirió de hospitalización. También están los líos judiciales de Bankia, que le provocan otro tipo de jaquecas.

El grupo rebelde de Vocento repliega velas. Los Bergareche, Urrutia y Castellanos han perdido interés (y mucha sangre) en hacerse con el control del grupo. Tiempo, desgaste, pocos resultados y un grupo en el que unos van por un lado y otros por el contrario. Lejos queda aquel 2007 en el que Castellanos pergeñaba una OPA sobre el holding de medios o aquel 27 de febrero de 2012 en el que el Consejo de Vocento se rompió en mil pedazos y los Bergareche y Urrutia, apoyados por otros accionistas como Manuel Jove y Félix Revuelta, trataban –infructuosamente– de dar un ‘golpe de Estado’.

Jaime Castellanos Vocento