Rajoy y Florentino celebraron en Washington el Balón de Oro

Un poquito de economía y fútbol, mucho fútbol. La improvisada reunión que los grandes próceres del Ibex 35 celebraron el martes en Washington con Rajoy fue lo más parecido a una tertulia de postín con Cristiano Ronaldo y el Balón de Oro como telón de fondo. Al punto de que algunos de los dirigentes de las grandes compañías allí presentes se preguntaban por lo bajini si no sería mejor que, en adelante, Florentino Pérez concurriera a las convocatorias del Consejo Empresarial de Competitividad (CEC) como presidente del Real Madrid antes que como titular de ACS.

Pluriempleos al margen, Rajoy dejó bien patente su trayectoria merengue, y a mucha honra, tras reconocer que CR7 era, sin duda, su jugador favorito para el preciado galardón que otorga la FIFA. Para que nadie tuviera dudas de su buen gusto futbolístico, el inquilino de la Moncloa admitió que desde hace años es socio y abonado del club de sus amores, aunque últimamente sus obligaciones le impiden acudir al Santiago Bernabéu. Eso sí, lo que no hará nunca el presidente del Gobierno es convertirse en un asiduo del palco de honor que regenta Florentino y en el que algunas celebrities de la política española suelen codearse un domingo sí y otro también.

El cónclave de la capital estadounidense derivó finalmente en una pequeña reunión familiar dada la ausencia de la mayor parte de empresarios, que no pudieron finalmente modificar sus agendas. En realidad, la reunión oficial del presidente del Gobierno con el mundo corporativo había tenido lugar previamente en un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España. El Consejo de la Competitividad no hizo sino aprovechar la ocasión para movilizar a sus fuerzas vivas con el fin de tener un aparte con Rajoy que no dio tampoco mucho de sí.

El presidente aprovechó el encuentro para reiterar su mensaje de optimismo sobre la evolución de la economía española, que se define en dos grandes variables. El paro, que bajará en 150.000 personas a lo largo de 2014 y el PIB, que subirá previsiblemente por encima del 0,7% que apuntan las previsiones oficiales. Al menos estas son las buenas nuevas de Rajoy, quien no se atrevió a pronosticar la victoria del Real Madrid en la Liga de Campeones. Los más suspicaces aseguran que no fue por falta de ganas, sino más bien por deferencia a Isidro Fainé y Antonio Brufau, insignes culés y abiertos partidarios de Lionel Messi.