El gafe de los Tiépolo 2013: Arturo, Lourdes Cavero y el socio italiano de Sacyr

A los históricos Premios Tiépolo, que desde hace dos décadas vienen entregando conjuntamente las Cámaras de Comercio de Madrid y de Italia en España, parece que en esta edición los haya mirado un tuerto, a tenor de los avatares que han perseguido a muchos de los actores principales que a finales de octubre se reunieron en los salones del restaurante del Teatro Real de Madrid –regentado también por Arturo Fernández– para ratificar a los dos premiados.

Aquel día, los agraciados con los premios que un mes después se entregarían en el antiguo Palacio de Amboage –hoy embajada de Italia en Madrid– fueron Juan Miguel Villar-Mir y el ‘capo’ de Impregilo, Pietro Salini. Discursos, parabienes y elogios a los premiados aquel día mientras en la única mesa del restaurante ajena a los Premios, Luis María Anson intentaba dar lecciones sobre cultura y TV a dos acompañantes.

Hoy, apenas un mes después de la entrega de esos galardones, un gafe –o jetattore, que dirían los italianos– parece que estaba sentado a la mesa del jurado y alguno busca entre quienes ejercían por primera vez su derecho a voto en esos premios. No en vano, el alma mater de los mismos, Arturo Fernández, vio cómo unos días después perdía la concesión de la cafetería de Ifema por falta de pago, se quedaba sin la restauración del Congreso de los Diputados –que pasaba al grupo Eurest– y anunciaba la venta de la mitad de su ‘Arturo Cantoblanco’ a un supuesto inversor.

A su lado ese día se sentaba la vicepresidenta de la Ceim, LourdesCavero, a la sazón esposa del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que apenas unas semanas después de la concesión de los Tiépolo era imputada por la juez de Estepona como copropietaria del ático que tantos quebraderos de cabeza está causando al sucesor de Esperanza Aguirre.

Y por si fuera poco, el primer día del nuevo año, el que se veía inmerso en un escándalo de proporciones internacionales era el premiado italiano, Pietro Salini, cabeza visible de Impregilo, socio de Sacyr en las obras del Canal de Panamá, que ese 1 de enero anunciaba la suspensión de las mismas por un quítame allá unos cuantos cientos de millones.

Todo un gafe el de esta edición de los Tiépolo del que ha quedado al margen Villar Mir, al que, antes al contrario, la suerte le sonreía este viernes pasado cuando la Comunidad de Madrid –de Ignacio González, precisamente– levantaba los últimos obstáculos para poder acometer uno de los planes estrella de OHL en España: el proyecto Canalejas.