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La vieja guardia vuelve a citarse en El Pardo
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La vieja guardia vuelve a citarse en El Pardo

Estaban todos. Empresarios, políticos, abogados del Estado, periodistas y hasta Juan Luis Cebrián, ese hombre imposible de clasificar porque varía de cargo según sopla el viento. El

Estaban todos. Empresarios, políticos, abogados del Estado, periodistas y hastaJuan Luis Cebrián, ese hombre imposible de clasificar porque varía de cargo según sopla el viento. El marco escogido, el Palacio del Pardo, que en el mediodía de ayer miércoles lucía primaveral con los rayos del sol atravesando oblicuos el techo de cristal de uno de los patios laterales, el de los Borbones.

De haberlo sabido el secretario general de IU,Cayo Lara, habría tomado una calesa directa a Somontes, con un bidón de gasolina y una caja de cerillas para prenderle fuego. Al menos, esa impresión se podía traslucir de sus declaraciones a la incisivaSusanna Grisoen Espejo Público, de Antena 3, propugnando la Tercera República, poner coto al poder empresarial y, si preguntan, creo que hasta la guillotina.

El Premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, motivo de que tanta gente bien hubiera acudido al Pardo, había sido convocado por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos para distinguir una trayectoria destacada por la creación de empleo, la innovación, la internacionalización y la cooperación con la sociedad. En esta, su primera edición, recayó en el empresarioEnrique de Sendagorta, al que el presidente del jurado, elmarqués deOreja, alias Marcelino, se refirió como “un vasco ilustre y ejemplar que a lo largo de su extensa vida profesional ha sido capaz de defender los más firmes principios y valores persiguiendo la excelencia en el trabajo y el amor a la empresa”.

En la mesa presidencial se encontraban los capos de los tres Círculos mencionados:Mónica de Oriol, del de Empresarios, más conocida por ser la presidenta de Seguriber –ya saben, la del Madrid Arena– y por proponer bajar el sueldo mínimo a los “parados indeseables”;José María Bergareche, del Vasco, que destaca por mandar (otra vez) mucho en el grupo Vocento y, sobre todo, por ser amigo del editorJaime Castellanos, que andaba también por allí parapetado tras los tapices del Pardo; yAntón Costas, del de Economía. El ministroLuis de Guindos, con la corbata ‘V.E.R.D.E.’ como Su Majestad, hizo igualmente acto de presencia. Los asistentes hacían por tocarle para constatar que no se trataba de un holograma.

Pero el protagonista fue, sin lugar a dudas, Don Juan Carlos. Visiblemente emocionado y con la voz rota, el Rey agradeció a los presentes la acogida recibida: “Gracias, os lo digo de corazón y agradecimiento, muchas gracias por vuestra labor, seguid adelante, yo estaré siempre al lado vuestro”, manifestó después de escuchar durante varios minutos la larga ovación que, puestos en pie, le dedicaron los invitados al acabar la ceremonia. Entre estos se encontraban un buen puñado de abogados del Estado que, nadie sabe cómo, siempre van juntos a los cócteles igual que las chicas al cuarto de baño. Entre los presentes se encontraban el presidente de RTVE,Leopoldo González-Echenique, y el subsecretario de Presidencia,Jaime Pérez Renovales, a quienCarmen Martínez Castroestá utilizando de correveidile –tras robárselo a la ‘vice’– para explicar lo que, a día de hoy, todavía no saben cómo explicar: el dichoso proceso de abdicación.

Como espectadores de excepción se encontraban el siempre eficienteJosep Piqué, flamante nuevo consejero delegado de OHL;Javier Monzón,presidente de Indra, que hacía todo lo posible por esquivar aPedro Argüelles, secretario de Estado de Defensa;Rafael Miranda, ex-CEO de Endesa y hoy presidente no ejecutivo de Acerinox;David Álvarez, capo mayor de ese imperio llamado Eulen;Pedro Ballvé, presidente de Campofrío;Rosa María García, consejera delegada de Siemens;Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del Santander;Plácido Arango, grupo VIPS;Antonio Huertas, Mapfre;Arturo Fernández,Javier Ayuso, Boluda, Martín Fluxá,Elvira Rodríguez,Diego del Alcázar, Conthe, Garrigues y, no podía faltar,Carlos Espinosa de los Monteros, que acudió al evento en representación del propio Carlos Espinosa de los Monteros.

Había pocos personajes del mundo de la comunicación, pero los había, comoFernando Giménez Barriocanal, presidente de la COPE, y la siempre eleganteAmalia Blanco, dircom de Bankia. También pululaba por allíElsa González, presidenta de la FAPE, siempre bien recibida en los ágapes que organiza la Casa del Rey.

Estaban todos. Empresarios, políticos, abogados del Estado, periodistas y hastaJuan Luis Cebrián, ese hombre imposible de clasificar porque varía de cargo según sopla el viento. El marco escogido, el Palacio del Pardo, que en el mediodía de ayer miércoles lucía primaveral con los rayos del sol atravesando oblicuos el techo de cristal de uno de los patios laterales, el de los Borbones.

Leopoldo González-Echenique Jaime Castellanos Luis de Guindos Josep Piqué Juan Luis Cebrián Susanna Griso Pedro Argüelles