El Confidente
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Primer cambio en la Casa de Correos: abstemios por decreto
La ceremonia de la asunción del cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid arrojó varias anécdotas y dejó claro un cambio hasta en el reparto de alcohol, que luego había que conducir
Lo dejó claro ayer la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, rodeada de seis ministros, la secretaria general del PP y los cuatro expresidentes que le precedieron en el caserón de la Puerta del Sol –JoaquínLeguina, Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre e IgnacioGonzález- al afirmar que su proyecto político era de nuevo cuño y que no dependían de “nada ni de nadie”. Un mensaje para propios y ajenos.
La “guerrillera” Cifuentes, que viene de sortear el brutal accidente de moto que le hizo ver los vertiginosos claros de la parca, ejerce ya de lideresa madrileña del centro derecha aunque su programa, para algunos, tiene tintes netamente socialdemócratas.
El “cambio” se notó. Por lo pronto, no hizo sonar el himno nacional durante el acto como es tradicional en este tipo de eventos políticos institucionales; bien es cierto que el mismo tuvo más de entresijos políticos en el salón central de la Real Casa de Correos que noticia en sí misma en un acto protocolario.
Y acabado el festejo institucional se pasó al cóctel que también marca un antes y un después. Agua, café y refrescos. Punto. Los que al filo de las 12,30 buscaban algo más fuerte para celebrar la ocasión se encontraron con unos diminutos croissant y unos soberbios cafés (y leche) y mucha bebida carbónica. Ni que decir tiene que los chistes (incluso negros) no se hicieron esperar y fueron colgados en las redes porque lo que no faltaban eran precisamente celulares.
Unos minutos más tarde se dejaron caer por allí los gigantes del Real Madrid de baloncesto que reconocieron en doña Cristina a su nueva presidenta. Florentino Pérezno cabía en sí de gozo: era el primer acto de la nueva jefa madrileña, una madridista reconocida y reconocible que no dudó en ponerse la camiseta del tetracampeón de la canasta.
¿Cambiar algo para que nada cambie?
Lo dejó claro ayer la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, rodeada de seis ministros, la secretaria general del PP y los cuatro expresidentes que le precedieron en el caserón de la Puerta del Sol –JoaquínLeguina, Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre e IgnacioGonzález- al afirmar que su proyecto político era de nuevo cuño y que no dependían de “nada ni de nadie”. Un mensaje para propios y ajenos.