Centella (PCE) también viaja en preferente para asistir a la Asamblea de IU

Una cosa es predicar y otra dar trigo, afirma el viejo adagio castellano. Resulta que José Luis Centella, secretario general del Partido Comunista de España y diputado nacional por Izquierda Unida, viajaba el sábado 12 de septiembre de Málaga a Madrid (AVE 0212302123) a las 12 horas, en preferente (en ese tren no había clase Club), para asistir, según confesó él mismo, a la reunión de Izquierda Unida donde se iba a aprobar que su líder, Alberto Garzón, pudiera presentarse a las primarias de Ahora en Común.

El coste del billete por ese trayecto es de 103,4 euros, que presumiblemente habrá abonado el Congreso de los Diputados. Al parecer, la utilización de la clase Preferente por parte del diputado izquierdista es habitual, ya que ese día quedaban plazas libres en los vagones de la clase Turista.

Hay que recordar que hace unos meses se organizó la mundial cuando se descubrió que el entonces presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, había utilizado billetes aéreos para desplazarse a Canarias, donde también al parecer mantenía relaciones con una militante del Partido Popular en las Islas. Monago devolvió el importe de los billetes para que no quedara lugar dudas. El mandatario popular argumentaba también que viajó para cumplir con sus obligaciones dentro del PP. Los más críticos con el entonces jefe del Gobierno extremeño fueron los dirigentes de Izquierda Unida, especialmente Centella.

La historia reciente de políticos españoles que pregonan una cosa y hacen otra está plagada de hechos similares. Un correligionario suyo, diputado por Málaga, Antonio Romero, fue pillado in fraganti cuando utilizó los tickets para viajar a cuenta del Congreso de los Diputados para ver un partido de fútbol de la Selección Española de fútbol.