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De diputada jubilada sin explicaciones a prestar el último servicio al partido
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De diputada jubilada sin explicaciones a prestar el último servicio al partido

Con cargo en el Grupo Popular desde 1990 y retirada de la candidatura por Madrid un jueves, en Génova la llamaron el lunes siguiente para que tapara el hueco que dejaba Marta Domínguez

Foto: Beatriz Rodríguez-Salmones. (EFE)
Beatriz Rodríguez-Salmones. (EFE)

Beatriz Rodríguez-Salmones, cinco legislaturas de diputada, oficialista sin tacha y con cargo en el Grupo Popular desde 1990, fue la única baja inesperada en la candidatura del PP por Madrid hecha pública por su partido la pasada semana. Ella tampoco se enteró hasta que se hizo pública la lista. Nadie de la dirección del partido la llamó para adelantarle la noticia, ni después para darle explicaciones. Pero el pasado lunes sí se acordaron de ella; había que enviar las candidaturas a la Junta Electoral y en la sede de Génova se habían dado cuenta de que la aspirante colocada con el número 19 por Madrid no reunía las condiciones requeridas. Era la senadora y atleta Marta Domínguez, pendiente de posible sanción por dopaje. "La número 19 no es elegible", le comentaron sin más antes pedirle que prestara un último servicio al PP: ocupar una plaza que, de todas formas, no da opciones a volver al Congreso.

En 2011, los populares obtuvieron 19 escaños por Madrid, pero en estas elecciones temen quedarse en 14, como mucho. Hace cuatro años, Rodríguez-Salmones ocupó una plaza tan de salida como la novena. La veterana diputada (todavía lo es como miembro de la diputación permanente) aceptó, se puso a las órdenes del partido y se fue a Génova a rellenar los papeles correspondientes para la Junta Electoral. "Aquí, santa y tonta son sinónimos", debió de oír en casa.

En cuatro días, la exjefa de la asesoría parlamentaria del Grupo Popular y exportavoz de Cultura y Defensa del PP había pasado de jubilada sin previo aviso ni explicaciones a solucionar un problema grave en el PP por imprevisión de sus superiores; de miembro de la dirección del Grupo Popular a aspirante a diputada sin posibilidades de serlo.

Rodríguez-Salmones llegó al Congreso en 1990 de la mano de Rodrigo Rato, luego fue ascendida por Luis de Grandes y posteriormente ha ocupado responsabilidades de portavoz de área con Eduardo Zaplana, Soraya Sáenz de Santamaría, Alfonso Alonso y Rafael Hernando. Siempre ha estado en la línea oficial vigente. En fuentes del Grupo Popular creen que su baja primera se pudo deber a la edad (71) y atribuyen la decisión a la superioridad. Dicen que no le dijeron nada porque es tan 'de la casa' que nadie se atrevió. Pero en la candidatura por Madrid hay otras diputadas de la misma época. Misterios del marianismo.

Beatriz Rodríguez-Salmones, cinco legislaturas de diputada, oficialista sin tacha y con cargo en el Grupo Popular desde 1990, fue la única baja inesperada en la candidatura del PP por Madrid hecha pública por su partido la pasada semana. Ella tampoco se enteró hasta que se hizo pública la lista. Nadie de la dirección del partido la llamó para adelantarle la noticia, ni después para darle explicaciones. Pero el pasado lunes sí se acordaron de ella; había que enviar las candidaturas a la Junta Electoral y en la sede de Génova se habían dado cuenta de que la aspirante colocada con el número 19 por Madrid no reunía las condiciones requeridas. Era la senadora y atleta Marta Domínguez, pendiente de posible sanción por dopaje. "La número 19 no es elegible", le comentaron sin más antes pedirle que prestara un último servicio al PP: ocupar una plaza que, de todas formas, no da opciones a volver al Congreso.

Marta Domínguez María Dolores de Cospedal Mariano Rajoy
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