Méndez Pozo también ejerce de 'capo' ante 40 obispos en la Catedral de Burgos

Cuando el pasado sábado 28 de noviembre tomaba posesión el nuevo arzobispo de Burgos, monseñor Fidel Herráez, en la imponente catedral gótica de la ciudad, acompañado por cuatro cardenales y más de 40 obispos, la recoleta y consumida sociedad burgalesa se preguntaba si estaría presente el gran 'capo' Antonio Miguel Méndez Pozo, editor del 'Diario de Burgos' y copropietario -junto con el procesado en el caso Gurtel José Luis Ulibarri- de la Radiotelevisión de Castilla y León, financiada básicamente por el erario público regional.

Todos por la vieja Castilla saben que Méndez Pozo -primer condenado por corrupción urbanística en España, por lo que tuvo que estar en prisión durante 18 meses- es el factótum regional, donde hace valer su influencia en las instituciones civiles económico/empresariales. Nada se escapa a su radar, ni el retraído alcalde burgalés Javier Lacalle, a quien después del escándalo Gamonal (motivado por una obra polémica) arrancó una adjudicación en la municipal plaza de toros, ni los consejeros de la Junta de Castilla y León que todavía preside Juan Vicente Herrera.

Pues bien, cuando los príncipes de la Iglesia y los obispos engalanados para la toma de posesión del arzobispado de monseñor Herráez estaban preparados para el acto religioso, Méndez Pozo apareció en escena haciendo gala de su poder fáctico ante todos. Saludó orondo a los cardenales Rouco y Cañizares, dejando claro quién manda en el predio. Luego, a la vista de todos, se acercó a tomar la comunión. Y así, en cada fiesta de guardar. Por eso, tras episodios como este, Herrera confiesa sus ganas locas de largarse para perder de vista al que manda siempre.