El mejor sitio para hablar inglés en Madrid es... el club Hot de Colón

Situado donde estaba la histórica sala de fiestas Bocaccio, en la Plaza de Colón de Madrid, al lado de sitios tan añejos como el Club Financiero Génova o el Museo de Cera, el club Hot de Madrid se ha convertido en el local de moda de la noche capitalina para la mitad masculina de la población. Y no tanto entre los autóctonos -salvo las inevitables despedidas de soltero-, sino sobre todo entre los banqueros e inversores extranjeros a los que intentan atraer los bancos de negocios españoles, para los que el Hot se ha convertido en parada obligada.

A todo extranjero al que le quieren sacar los cuartos para que los invierta en nuestro país se le lleva de 'paseo' al Hot para agasajarle con unas copas en buena compañía de bailarinas. Lo de llevar a los clientes de paseo por los sitios más calientes de la ciudad de turno es una tradición inveterada en el mundo de la banca de inversión. De hecho, los famosos 'roadshows' (viajes por varias ciudades para presentar una compañía) en las salidas a bolsa o colocaciones de bonos son absolutamente irrelevantes en la mayor parte de los casos en términos de inversión -los inversores pueden estudiar las presentaciones y documentación en sus oficinas y llamar si quieren preguntar algo-. Pero al cliente le ofrecen una oportunidad única de salir de la rutina.

Si el empresario o inversor va solo, sus asesores -los encargados de llevar a cabo la transacción- siempre pueden recurrir a este tipo de locales, si es que procede. Una actividad en la que todavía se guardan ciertas formas en Europa, pero que en Asia llega a convertirse en fiestas desenfrenadas en los famosos 'bares de karaoke', como explica John Lefevre -responsable del famoso Twitter Goldman Sachs Elevator Gossip- en su libro 'Straight to Hell' (derecho al infierno).

Y ahora mismo, la ciudad de moda es Madrid y la parada inevitable, el Hot. Tanto, que los más socarrones dicen que el mejor sitio para practicar inglés en la capital de España es ese, tan abarrotado como está todas las noches de banqueros e inversores británicos y norteamericanos. La cuestión es que al final estas visitas al Hot se traduzcan en operaciones reales, que el desempleo en nuestro país sigue siendo altísimo.