Exteriores 'se pone estupendo' con los visados a los estudiantes africanos

Hace unos días, este periódico informaba de una denuncia de Bélgica contra el Consulado General de España en Rabat sobre una presunta venta masiva de visados Schengen a jóvenes marroquíes, de entre 25 y 30 años, que no cumplen con los requisitos para obtener la autorizacón que abre las puertas de 27 países europeos.

El precio de la 'pegatina' oscila entre los 6.000 y 8.000 euros y el propio Ministerio de Asuntos Exteriores ha reconocido que en ese consulado se han detectado algunas irregularidades, abriendo una investigación interna al respecto.

No es la primera vez que esto sucede. Hace algún tiempo, ya hubo denuncias y el cónsul general en un país africano fue cesado de su puesto 'ipso facto' tras haberse detectado también 'irregularidades', aunque el cesado acudió a los tribunales españoles. Nunca más se supo.

Pero también las denuncias son 'a sensu contrario'. Hace unas semanas, el Colegio San Gabriel de Aranda de Duero (Burgos) recibía la negativa del encargado de la Sección Consular de la Embajada de España en Accra (Ghana) a conceder el visado a diversos estudiantes ghaneses que deseaban cursar en dicho colegio los estudios de 1º Grado Medio en Aceites de Oliva y Vinos durante el curso escolar 2016/2017.

El funcionario español entiende que los solicitantes no reúnen los requisitos exigidos por la normativa española ni comunitaria y que en la petición media “mala fe”, argumentando que no hablan español y que podría tratarse de un caso de emigración ilegal.

Fuentes del San Gabriel, sin embargo, consideran que los pretendidos estudiantes ghaneses —que luego montarían una negocio de vino y aceite en su país de origen— tienen los mismos condicionantes que los estudiantes chinos que cursan esos mismos estudios en su centro y a los que, sin embargo, sí se les concede visado para realizar los mismos en España.