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Aristrain, pillado en Abengoa, pide al juez que le deje vender sus acciones
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Aristrain, pillado en Abengoa, pide al juez que le deje vender sus acciones

Tiene encima la mayor acusación de la historia por fraude fiscal, pero el empresario del acero no descuida otras cuestiones menores como sus inversiones en Abengoa

Foto: José María Aristrain de la Cruz en los toros en Sevilla. Fernando Russo.
José María Aristrain de la Cruz en los toros en Sevilla. Fernando Russo.

José María Aristrain de la Cruz, el enemigo número 1 de Hacienda, para el que la fiscalía pide 64 años de cárcel y multas que suman 1.400 millones de euros, está atrapado en Abengoa. El empresario de origen vasco pero muy vinculado a Sevilla invirtió en la multinacional de las renovables. Con el hundimiento en la bolsa de Abengoa ha intentado salvar algo y ha pedido al juzgado de Pozuelo que le investiga desde hace casi una década que le deje vender las acciones, según le cuentan a este confidente.

Nadie está a salvo cuando cae un gigante. La caída de Bankia, por ejemplo, en Bolsa atrapó a inversores institucionales -algunos de los cuales tenían representante en el propio consejo de la entidad-. En el caso de Abengoa uno de los ilustres accionistas pillado es Aristrain, muy relacionado con Sevilla, ciudad a la que acude a pasar temporadas durante la Feria y donde posee un palacete en el centro de la ciudad.

El industrial vasco tiene buena parte de sus bienes embargados por un juzgado de Pozuelo desde que en 2006 la fiscalía fue a por él al acusarle de fingir su residencia en Suiza. El juzgado no solo tiene bloqueadas emblemáticas propiedades -como una manzana entera en la zona más noble de Madrid donde está la antigua embajada británica- sino que le pilló un paquete de acciones de la empresa sevillana. Entonces, con las acciones a unos 30 euros de cotización y alabada por Obama, parecía un negocio boyante. Pero con la quiebra, la acción se vende a medio euro. Ante la debacle, Aristrain ha pedido al juez que le permita vender las acciones para salvar los muebles.

No es la única mala noticia que le ha dado la Bolsa en estos años de calvario judicial. Las acciones de Arcelormittal, el gigante del acero del que es uno de los máximos accionistas, cotizaba a 65 euros en junio de 2008 y hoy ronda los seis euros. Eso ha ayudado a que según Forbes su fortuna haya bajado de 1.700 millones de dólares (unos 1.220 millones de euros) en 2006 a unos 650 millones actualmente. Y da una idea del problema que le supone la acusación de la fiscalía y la abogacía del Estado. La buena noticia es que con la elección de Donald Trump y las subidas de las materias primar Arcelormittal fue de la que más subió en bolsa ayer, un 10,46% en un día.

José María Aristrain de la Cruz, el enemigo número 1 de Hacienda, para el que la fiscalía pide 64 años de cárcel y multas que suman 1.400 millones de euros, está atrapado en Abengoa. El empresario de origen vasco pero muy vinculado a Sevilla invirtió en la multinacional de las renovables. Con el hundimiento en la bolsa de Abengoa ha intentado salvar algo y ha pedido al juzgado de Pozuelo que le investiga desde hace casi una década que le deje vender las acciones, según le cuentan a este confidente.

José María Aristrain de la Cruz ArcelorMittal Jueces