Los requiebros de Rajoy y los cabreos de Escotet

En los salones del viejo Casino de Madrid, no cabía un alfiler. La nueva 'dircom' de Vocento, Pilar Sainz, se las vio y se las deseó para acomodar la enorme petición de entradas para asistir al almuerzo organizado por la cabecera del grupo periodístico y escuchar la conferencia (32 folios) del presidente Mariano Rajoy.

Asistieron varios ministros —la de Defensa, María Dolores de Cospedal; Interior, Juan Ignacio Zoido; Sanidad, Dolors Monserrat, entre otros—, dirigentes del PP, como Pablo Casado, Javier Maroto, y casi todo el Ibex, con Florentino Pérez encabezando el elenco de grandes empresarios, sin olvidar a Abel Matutes (padre), tan ibicenco como siempre en la forma y en el fondo.

El presidente del Gobierno leyó su conferencia para reivindicarse a sí mismo y hacer un recorrido pormenorizado de sus cualidades como gestor, fundamentalmente en lo referido a la vuelta de España a la escena económica, amén de dar un sartenazo a la galaica a todos aquellos que pusieron en cuestión su liderazgo en aquel periodo dramático entre diciembre de 2015 y junio de 2016.

Rajoy se negó a revelar si, en efecto, Cospedal será ratificada de nuevo como secretaria general del PP, pero los indicios conducen al sendero afirmativo

La intervención tuvo dos puntos destacados. El primero, referido a la preocupante estructura demográfica de España, asunto para el que anunció el nombramiento en breve de un alto comisionado para la Cuestión Demográfica. El segundo, más perceptible, para hablar en términos muy elogiosos del actual jefe de la gestora del PSOE, el asturiano Javier Fernández.

Se negó a revelar si, en efecto, María Dolores de Cospedal será ratificada de nuevo como secretaria general del PP, pero todos los indicios conducen al sendero afirmativo. Por allí andaba también su marido, Ignacio López del Hierro, que se situó deliberadamente en la desenfilada.

El resto transcurrió como suele ser menester. Los 'plumillas' escarbaban en busca de algo que llevarse al coleto, pero sin excesivo éxito (en el discurso entregado de antemano por los funcionarios de la Secretaría de Estado se especificaba que solo “son válidas las palabras pronunciadas”).

Ya en los corrillos, Mariano atendió a los suyos, los gallegos a los que todo el mundo sabe tiene especial querencia. Entre bromas y veras, en presencia del más gallego de todos ellos, el director de 'ABC', Bieito Rubido, se hizo referencia a una inversión de 200 millones de euros en Cedeira, patria chica del periodista. A su lado, Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca, como siempre cabreado con los medios. Ninguna novedad a este respecto. Y no muy lejos, Luisa Alli, que abandonó el portaviones periodístico para recalar en Ikea.

Lo dicho: un presidente del Gobierno tiene siempre un valor añadido. Lo sabe bien el 'todo Madrid'. Y eso que no se prodiga. El vasto almuerzo (en comensales) fue patrocinado al alimón por Ferrovial y Deloitte. Como es tradicional. Todo muy tradicional.