Pulso entre polluelos y charranes en el PP de Valladolid

Hoy, jornada clave en Valladolid para el PP posHerrera, después de que el histórico presidente de Castilla y León soltase las riendas de la formación en la región y Alfonso Fernández Mañueco tomase el testigo.

La llegada de Mañueco ha sido lo más parecido a un terremoto interno, en una formación poco acostumbrada a los cambios. Tras la 'coronación' del alcalde de Salamanca, ahora, llega el turno de elegir presidentes provinciales y la primera gran prueba de fuego es hoy en Pucela.

Los afiliados vallisoletanos del PP deciden entre dos candidatos. Uno, Jesús Julio Carnero (1964), actual secretario general de la formación, presidente de la Diputación y concejal en el Ayuntamiento de Valladolid. El otro, Borja García Carvajal (1984), concejal del consistorio desde 2011 y presidente de Nuevas Generaciones entre 2009 y 2015.

García Carvajal apoyó a Mañueco en su proceso electoral y, ahora, quiere contar con su respaldo, pero el dirigente salmantino no está dispuesto a hacer funambulismo en unas votaciones que pueden caer del lado de Carnero, que goza de buenos y sólidos apoyos en el tejido popular vallisoletano, aunque en la sombra Mañueco se inclina por el exlíder de NNGG, más en su perfil de cambio y renovación.

La edad que separa a ambos candidatos, 20 años, se ha convertido casi en arma arrojadiza durante la campaña, que Carnero ha hecho valer como experiencia acumulada en las tres administraciones públicas. García Carvajal, por su parte, ha puesto en su balanza los (malos) resultados en las pasadas municipales en importantes consistorios de la provincia, que han robado protagonismo al PP y que él achaca al anquilosamiento que representa Jesús Julio Carnero.

Pero cuando se trata de buscar votos, cualquier estrategia es buena aunque patine como un coche sin frenos. García Carvajal tiene el espaldarazo de destacados militantes con larga historia a sus espaldas. Entre ellos destaca el del exalcalde de Valladolid Javier León de la Riva (1945), que renunció en 2015 a su acta de concejal tras perder la mayoría y ser apeado del poder por un pacto de tres partidos de izquierdas y que se ha visto envuelto en batallas judiciales. 'Viejos' no queremos, salvo que empujen de nuestro carro, podría pensar Carvajal.

La votación de hoy será reñida y puede que marque el camino a seguir en el resto de presidencias provinciales del PP.