Luis Delso, de vinos con el rey emérito mientras Isolux se asoma a la quiebra

La semana pasada, la baronesa de la familia Rothschild y Pablo Álvarez, heredero de Vega Sicilia, inauguraron en Samaniego (Álava) Bodegas Macán, el proyecto estrella en el que han estado trabajando quince años dos de las estirpes vinícolas más famosas del mundo. La primera, por el cultivo de sus caldos en las tierras francesas de Burdeos, y la segunda por producir las añadas de más prestigio de la rioja alavesa.

El acto contó con una amplía representación institucional, empezando por el rey emérito, don Juan Carlos I, que descubrió la placa inaugural previa cesión amistosa y diplomática del lehendakari Iñigo Urkullu. Al ex jefe de la Casa Real le acompañó su hija, la Infanta Elena de Borbón, y la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, así como los presidentes de La Rioja y de Castilla y León, José Ignacio Cenizeros y Juan Vicente Hererra, respectivamente.

Por la parte empresarial se dejó ver mucho industrial vasco, como representantes de la familia Aristrain, y algunos presidentes de compañías nacionales, como Simón Pedro Barceló, de la cadena hotelera que lleva su nombre, o José Luis López de Silanes, primer ejecutivo de CLH. En total, cerca de 400 invitados, una gran mayoría, al margen de los políticos, clientes de Edmond de Rothschild, el gigante de la banca privada mundial. Entre otro la baronesa Thussen, que llegó en un vehículo con matrícula de Andorra.

A algunos de los asistentes le sorprendió la presencia de Luis Delso, el que fuera dueño y ex presidente de Isoluxhasta que en enero de 2016 Caixabank y Santander tomaron las riendas de la multinacional de ingenieria debido a sus graves dificultades financieras. A Delso, un hombre muy bien relacionado con los políticos de derechas e izquierdas, se le vio departiendo con mucha tranquilidad con don Juan Carlos, con el que también tiene una estrecha amistad, lo que llamó la atención de los presentes.

Sobre todo porque mientras Delso disfrutaba de los excelentes vinos de Vega Sicilia y del glamour de los Rothschild, su ex compañía, de la que salió con una jugosa indemnización pese a dejarla al borde la quiebra, vive probablemente los últimos días de su historia. Si nada lo remedia, el próximo 4 de julio se declarará en concurso de acreedores -actualmente está en preconcurso- y se verá abocada a la liquidación. Una extrema unción que va a salpicar al consejo que relevó a Delso y que está encabezado por Nemesio Fernández Cuesta.