El Confidente
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La 'sevillanía' de Zoido: un grifo de Cruzcampo en el Ministerio del Interior
El sevillanismo del ministro va desde la elección de sus colaboradores hasta las visitas regulares a la ciudad hispalense
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se resiste a desvincularse de su querida Sevilla. Cuando fue nombrado por Mariano Rajoy responsable de la seguridad del Estado el pasado 4 de noviembre, decidió renovar el departamento por completo. Apartó a todo lo que oliera a Jorge Fernández Díaz y metió a personas de su entera confianza, andaluzas la inmensa mayoría, dando un toque personal y de andalucismo al número 5 del paseo de la Castellana.
Su secretario de Estado, José Antonio Nieto, cordobés que fue alcalde de su ciudad; su director general de la Guardia Civil, José Manuel Holgado Merino, magistrado que ha ejercido casi toda su vida profesional en Sevilla; su director general de la Policía, Germán López Iglesias, nacido en Badajoz, la tierra donde se crio Zoido; el sevillano Gregorio Serrano, director general de Tráfico, y sus más cercanos colaboradores están ligados a la misma zona de España.
Pero un andaluz que se precie, y sobre todo un sevillano, no ejerce como tal si no presume de Cruzcampo en vaso de tubo. Y el ministro disfruta también de esa cerveza y todo un grifo del líquido hispalense en la sede del ministerio para agasajar con uno de los productos más típicos de la capital andaluza a sus invitados. No en vano, es la bebida de cebada que toman los que acuden a las recepciones que monta el ministro, ya sean más oficiales o menos.
El apego a Sevilla de Zoido, sin embargo, no se refleja únicamente en lo que el ministro se trae de la ciudad del Guadalquivir a Madrid, sino también en los numerosos viajes que organiza a la tierra de la que fue alcalde. El responsable de Interior es uno de los mejores clientes del AVE, y no solo los días marcados en rojo en el calendario: más de la mitad de las semanas desde que accedió al cargo se ha desplazado hasta Sevilla o ciudades cercanas para celebrar actos oficiales, visitas o inauguraciones. Todas ellas han coincidido al principio o al final de la semana. Y es que Sevilla tira mucho. Aunque los otros calores, los de Madrid, con una Cruzcampo, para los sevillanos son más llevaderos.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se resiste a desvincularse de su querida Sevilla. Cuando fue nombrado por Mariano Rajoy responsable de la seguridad del Estado el pasado 4 de noviembre, decidió renovar el departamento por completo. Apartó a todo lo que oliera a Jorge Fernández Díaz y metió a personas de su entera confianza, andaluzas la inmensa mayoría, dando un toque personal y de andalucismo al número 5 del paseo de la Castellana.