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Rajoy se cobija en el brasero del pequeño y mediano empresario
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Rajoy se cobija en el brasero del pequeño y mediano empresario

El presidente del Gobierno aprovechó la magna concentración empresarial para reivindicar su principal 'input' al frente del poder político: la economía

Foto: Rajoy (10d) asiste a la ceremonia de entrega de los IV Premios Cepyme. (EFE)
Rajoy (10d) asiste a la ceremonia de entrega de los IV Premios Cepyme. (EFE)

En la fría mañana madrileña, la Cepyme de Antonio Garamendi puso el toque de distinción, siempre en clave bilbaína, a los IV Premios Cepyme 2017.

Eran también los 40 años de Cepyme. Un vasco presidiendo no podía dejar de homenajear a los empresarios de su tierra que cayeron bajo las balas y bombas de los asesinos etarras. Lo propio hizo el presidente Rajoy, quien, sin embargo, aprovechó la magna concentración empresarial para reivindicar su principal 'input' al frente del poder político: la economía.

Pocas dudas al respecto entre los presentes; pero sí muchos peros: elevada presión fiscal y el hocico de Montoro siempre omnipresente.

El Museo Reina Sofía y su espectacular anfiteatro fueron recibiendo uno a uno a los cerca de 1.000 empresarios, mayormente medianos y pequeños, que deseaban oír en directo y por boca del jefe del Gobierno cómo se vehícula la cosa y especialmente su 'cosa'.

Garamendi recibía con la labia que le es tan propia uno a uno. De los primeros en llegar, Juan Rosell, presidente de la patronal mayor, que venía con el núcleo duro de su organización. Luego, la ministra Fátima Báñez, en un mal día para los datos de empleos (“aunque esperanzadores”), Pedro Barato, el de los agricultores, amigo de María Dolores de Cospedal. La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor —de gala estos días—, y mucho empresario anónimo que no lo ve tan claro como el ministro Luis de Guindos.

Poca chicha de 'celebrities'; el frío acongoja a los ricos y famosos.

Como Santander es el que paga el evento, Rami Aboukhair, consejero delegado en España, tuvo su tiempo a discreción. Naturalmente, para alabar la marcha de su banco como correlativo con el crecimiento de España. Oyendo a Rami, parecería como si el Santander ofreciera dinero gratis a todo aquel que tiene algún problema de solvencia.

Muchos —la mayor parte— eran empresarios anónimos “hartos ya de estar hartos”, que siempre tienen el temor como aliado. Temor al Brexit, temor al Cata-brexit, temor a Trump, temor (mucho temor) a Cristóbal Montoro y temor, al fin, a un cambio de ciclo económico empujado por la coyuntura y la estructura estatal y su organización cara e ineficaz (deuda brutal de las administraciones y del Reino de España. Globalmente.

Muchos asistentes creían que en esta edición se iban a topar con la altura de SM el rey Felipe. Él y su esposa presidieron el jurado de los premios. Ya suele decir el monarca que él, básicamente, es un “autónomo”, “aunque autonomía tengo poca… la verdad”).

Se ha puesto de moda últimamente entre los empresarios mandar a estos saraos, inevitables en Madrid, a sus 'dircom'. PepeChuletón, de Calahorra, fue el empresario autónomo galardonado como 'the best'. Aceitunas Torrent, Córdoba, se llevó otra estatuilla.

Lo sustancial es siempre lo primero: poca 'beautiful' y mucho ardor empresarial y de emprendimiento.

¡Es lo que cuenta!

En la fría mañana madrileña, la Cepyme de Antonio Garamendi puso el toque de distinción, siempre en clave bilbaína, a los IV Premios Cepyme 2017.

Mariano Rajoy Cepyme Antonio Garamendi