Los ricos de verdad son los de ERC (y tienen una solución)

Ortega y Gasset dijo en su día que le importaba más Europa que España. Eran tiempos convulsos, tal vez tanto como ahora por culpa del conflicto catalán, pero el legado del filósofo y ensayista sirve solo para ilustrar bibliotecas y explotar el apellido en los cenáculos del Ibex. Huérfanos de referentes, hay quienes todavía miran al norte de los Pirineos para encontrar una solución al atascado ‘procés’.

Así lo piensa al menos el histórico Joan Hortalá, economista, hombre de negocios y rico de familia (política), un verso suelto de la burguesía catalana que se atreve a escribir (en 'petit comité') lo que piensa pese a su posición social. Su última reflexión al respecto se titula 'El problema catalán (incomprensión, conllevancia, tenacidad)' y circula de mano en mano como si de un apócrifo se tratara.

El sempiterno presidente de la Bolsa de Barcelona, antagonista perfecto de su homólogo madrileño Antonio Zoido (BME), ha escrito un libelo de 70 páginas donde resume la historia política de Cataluña, que aunque nunca ha sido un Estado siempre ha aspirado a serlo, o al menos a gozar de autonomía propia, como glosan las primeras referencias del siglo IX. Y así, como recuerda Hortalá, más de 1.000 años de ensoñación.

El breve relato de Hortalá, consejero de Economía con el primer Gobierno de Tarradellas y más tarde secretario general de ERC, deja a las claras que detrás del movimiento nacionalista ha existido siempre una burguesía financiadora, mucho más antigua y enraizada que la sobrevenida con el 'pujolismo'. Y es que, como algunos veteranos recuerdan, en los tiempos modernos, las fortunas que han apoyado la causa han sido siempre de ERC. Los nuevos, al albur de la Transición, son los oportunistas que nacieron al calor de la Barcelona (y del dinero) de CiU.