El abogado de la Infanta y el exjuez Gómez Bermúdez irrumpen en el caso Gumpert

El caso Gumpert se mediatiza (todavía) más. Las dos partes implicadas en la presunta agresión a la decana en funciones han fichado a dos reputados abogados para dirigir sus respectivas estrategias legales. Por un lado, Sonia Gumpert se ha puesto en manos de Javier Gómez Bermúdez, exmagistrado de la Audiencia Nacional y hoy socio de Ramón y Cajal Abogados.

Hasta ahora, era José Antonio Tuero, miembro de la lista de Javier Íscar a las elecciones del ICAM, quien llevaba la defensa. Según le cuentan a este confidente, aunque Tuero no se ha desvinculado totalmente, el peso de la estrategia lo lleva Gómez Bermúdez, quien también es el letrado de Jaime Botín y presidió el juicio de los atentados del 11-M.

Por otra parte, Alejandro Pintó ha fichado a Pau Molins para llevar su defensa. Molins ha sido el abogado de la infanta Cristina en el caso Nóos y entre su clientela está el 'exconseller' Santi Vila y el expresidente del Barça Sandro Rosell. Su boutique penal, Molins & Silva, está asociada a Roca Junyent, el despacho de Miquel Roca.

La presunta agresión denunciada por Gumpert la noche de las elecciones al ICAM empañó una jornada electoral que, hasta el último minuto, transcurrió sin ningún incidente. El asunto ya está en manos de los tribunales y este viernes desfilarán ante la jueza –incómoda con todo el ruido generado- nuevos testigos para dar luz al enésimo episodio que ha encanallado la abogacía madrileña.