Albiol sabía 10 días antes que no llegaría a cinco escaños

Una encuesta realizada por un consorcio empresarial catalán alertó al presidente del Partido Popular Catalán (PPC), Xavier García Albiol, díez días antes de que se celebraran los comicios del 21D que esta formación perdería muchos diputados en el Parlament y que iba a funcionar de forma masiva la apelación al “voto últil” que estaba realizando la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Sin embargo, había dos últimas esperanzas para mantenerse en la línea de las elecciones del 2011. Por un lado, el voto oculto que siempre acompañó al PP en los territorios más difíciles y que son muy difíciles de detectar en los sondeos previos. Por otro, la movilización que se prevía masiva (y que lo fue). Podían entender los dirigentes populares que esa afluencia a las urnas les beneficiaría pero fue todo lo contrario. Incluso, en la localidad de Badalona de donde fue alcalde Xavier Garcia Albiol, sólo apeado tras ganar de nuevo las elecciones municipales por un pacto de izquierdas e independentista, ganó la formación naranja.

“Fue una gran injusticia”, señaló un miembro de la dirección nacional del PP cuando Albiol trataba de explicar los resultados electorales

Había, asimismo, otro toque para la esperanza. Durante los dramáticos días que siguieron al 1-O y la Policia Nacional y la Guardia Civil fueron rodeados en sus lugares de alojamiento, solo García Albiol tuvo el coraje de presentarse en uno de los establecimientos (rodeado por una turbamulta que increpaba a los agentes de la Policia Nacional) a cuerpo descubierto y fue saludando uno a uno a todos los integrantes de la fuerza armada.

“Fue una gran injusticia”, señaló un conmilitón de la dirección nacional del PP cuando Albiol trataba de explicar los resultados electorales al día siguiente ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP presidido por Mariano Rajoy. Al todavía dirigente popular catalán casi se le saltaban las lágrimas.

“Así es la vida política”, contestó un ministro que estaba a su lado.