La plana mayor de Ciudadanos se va de convivencia

Mientras otros reflexionan y tratan de gestionar el miedo que se les ha metido en el cuerpo al ver las últimas encuestas... en Ciudadanos disfrutan del momento más dulce que han vivido en meses. La formación de Albert Rivera asiste con una felicidad total (aunque vestida de prudencia) a la nueva moda naranja que revoluciona a sus rivales y acapara la atención mediática. Y qué mejor manera que llenarse de fuerzas para afrontar lo que vendrá que una excursión del núcleo duro del partido en la que hacer piña y respirar aire fresco.

Eso hicieron precisamente este lunes, trasladando la reunión de la ejecutiva permanente que habitualmente mantienen en la sede nacional de Ventas a un lugar muy distinto en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Una especie de 'stage' para Rivera y los dirigentes con más peso del partido donde, además del encuentro que mantienen cada inicio de semana, hubo tiempo para otro tipo de actividades de equipo, como ocurre ahora en tantas empresas que han apostado por sesiones de 'coaching' y nuevas técnicas de recursos humanos, de las que Ciudadanos por cierto es muy partidario.

La jornada comenzó por la mañana y no finalizó hasta la tarde, comida en equipo incluida. Se trataba de un día importante, como quedó claro al acudir incluso algunos de los dirigentes catalanes que forman parte del comité ejecutivo, pese a que se encuentran en la recta final en el desenlace de la Mesa del Parlament. En Ciudadanos dan mucha importancia a este tipo de eventos internos porque "hacer piña" es una parte esencial de los objetivos naranja.

El mismo día que Rajoy convocaba la junta directiva nacional del PP en presencia de 300 personas para decir únicamente que el partido trabajará en un "rearme programático" a la hora de enfocar las citas electorales de 2019, Ciudadanos no se quedaba atrás y organizaba una reunión especial con sus principales dirigentes. No hubo convocatoria pública e intentaron mantenerlo en secreto a los medios de comunicación, como demostró la aparición del número dos del partido, José Manuel Villegas, a la una de la tarde en la sede para despachar en rueda de prensa como cada lunes, demostrando la más absoluta normalidad. Pero ese día, de forma extraordinaria, no había nadie en la quinta planta.