La Cámara de Comercio pone precio al club empresarial más 'cool' de Sevilla

El Club Antares, el espacio empresarial de referencia para los directivos de Sevilla y las provincias limítrofes, se ha independizado societariamente de su propietario, la Cámara de Comercio de Sevilla, que preside Francisco (Paco) Herrero. Y lo ha hecho por voluntad propia tras algo más de cuatro años desde que la Cámara lo adquirió cuando se encontraba en liquidación —con ayuda de un crédito de 3,2 millones de CaixaBank más otros 600.000 euros que aportó la Cámara—.

El ente cameral ha decidido ahora sacar de su balance el club y traspasarlo a la sociedad que gestiona el propio Antares. Y lo ha hecho con una ampliación de capital que muestra el valor actual que tiene el activo: cinco millones de euros. Reforzar la solvencia de Antares e independizarlo de la Cámara es lo que explica el movimiento.

Esta operación sigue además a la cerrada en noviembre pasado entre la Cámara y Helena Rivero, hija del fallecido promotor inmobiliario jerezano Joaquín Rivero, que presidió Metrovacesa. En ella, la Cámara vendió 1.700 metros cuadrados hoy integrados en Antares, en los que la promotora podrá edificar hasta 6.000 metros cuadrados de usos hoteleros. En principio, podría ser para un hotel de cuatro estrellas y un centenar de habitaciones en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, la de El Porvenir.

Fruto de ambos movimientos, los inquilinos de postín que acuden a su gimnasio, sus salas de reuniones o a los célebres desayunos o almuerzos seguidos de un coloquio —por los que han pasado consejeros delegados, presidentes, ministros, presidentes del Gobierno e incluso los hoy Reyes— verán a medio plazo una importante transformación del club. El incombustible Paco Herrero sabe que puede edificar hasta 8.000 metros cuadrados sobre la parte del inmueble que aún mantiene tras la operación con Rivero.

Y en un espacio necesitado de renovación después de tres décadas casi intacto, las posibilidades de transformación (y también las de futuros negocios) se prevén múltiples. Eso sí, no habrá pelotazo urbanístico alguno, ya que la parcela sobre la que se asienta Antares solo admite usos dotacionales y deportivos.