Rato, incómoda sorpresa en el Congreso en el homenaje a Loyola de Palacio

Loyola de Palacio, exministra, exvicepresidenta de la Comisión Europea y referente del PP de la refundación en los años noventa, ha sido objeto de un sentido homenaje de familiares, compañeros, amigos, correligionarios, exjefes y sucesores en sus muchos cargos, todos reunidos en el Congreso con Ana Pastor de presentadora del acto. Casi 12 años después de su prematuro fallecimiento en 2006, la figura de la española que llegó más lejos en la política europea concitó la presencia de representantes de todos los sectores y épocas del PP, en el poder y en la oposición, desde la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a Esperanza Aguirre, Ana Botellla, Isabel Tocino, Federico Trillo, Jesús Posada, Pablo Casado, Isabel García Tejerina o Dolors Monserrat. No faltó ni quien fuera su primer superior en el Congreso de los Diputados, con quien empezó a trabajar de asesora y después la ascendió a portavoz adjunta del Grupo Popular: Rodrigo Rato.

El exvicepresidente del Gobierno, hoy pendiente de sus frentes judiciales, se sentó en la sala Ernest Lluch del Congreso en una posición discreta, ni entre las primera filas ni en las más alejadas de la mesa reservada a la presidenta de la Cámara y a la hermana de la homenajeada, la exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio. Rato se acomodó junto a dos de sus antiguos incondicionales: el diputado Teófilo de Luis y la también exministra y hoy presidenta de Tragsa, Elvira Rodríguez.

La presencia de Rato en la Cámara sorprendió a algunos asistentes, pero no a los más veteranos de la casa, conocedores de la estrecha amistad del exdirector del FMI y De Palacio, su número dos en el grupo parlamentario popular durante la etapa de oposición.

La vicepresidenta se incorporó tarde al acto y prefirió quedarse en la parte más alta de la sala, desde donde siguió las palabras de Pastor y de Ana Palacio. En el mismo se presentó la biografía de la excomisaria europea de Transporte y Energía que edita el Congreso, escrita por Emilio Sáenz-Francés San Baldomero, quien destacó que Loyola de Palacio vivió su carrera política como su propia vida, "con intensidad, sinceridad y grandeza".

La hermana de la homenajeada recordó que fue un "referente de lealtades y de responsabilidad ante la vida", "que nunca se echó atrás de una responsabilidad" y que su lema favorito fue "la única batalla que se pierde es la que no se da".

Pastor, amiga y compañera de promoción de Loyola de Palacio dentro del Partido Popular, se emocionó al hablar de la exministra, destacando su testimonio de "talento, preparación, responsabilidad y entrega como una mujer de Estado", al mismo tiempo que citaba su ejemplo como el mejor exponente "de todo lo bueno de que la política es capaz".