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El Confidente
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Desconfianza ante la baja de Calviño en Bruselas para ser ministra en España
La economista ha sido señalada por el influyente 'Politico', que apunta a un posible conflicto de intereses. ¿El motivo? Calviño ha solicitado una baja en la Comisión Europea
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Cada cierto tiempo, salta a la palestra un nuevo escándalo en Bruselas por el mismo motivo: algún antiguo alto cargo de las instituciones europeas ha decidido pasarse al mundo privado. Las acusaciones de puertas giratorias se suceden y, en los casos más sangrantes, los portavoces comunitarios pasan el mal rato de tratar de convencer a la prensa y a la opinión pública de que son fichajes completamente limpios.
El caso de Nadia Calviño, la nueva ministra de Economía de España, no cumple con estas pautas. Y, sin embargo, la economista ha sido señalada por el influyente 'Politico', que apunta a un posible conflicto de intereses. ¿El motivo? Calviño ha solicitado una baja en la Comisión Europea, donde ocupaba hasta hace unos días la dirección del departamento de Presupuestos, para sumarse al gabinete de Pedro Sánchez.
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El periodista Ryan Heat, buen conocedor de los entresijos y 'pasilleos' comunitarios, cree que el Gobierno de Sánchez le plantea un “dilema ético”. “¿Debe Calviño, ministra de Economía, ser forzada a dejar su trabajo como alto cargo en la Unión Europea?”, plantea Heat, quien cita a un “portavoz de la Comisión” como fuente de su información, en la que detalla que la baja ha sido solicitada por “motivos personales”.
Fuentes de la Comisión negaron a El Confidencial cualquier tipo de conflicto y señalaron que es muy habitual entre los funcionarios solicitar bajas para desempeñar otros empleos, cumpliendo con las normas de la institución. Respecto a la aparición de esta información, las fuentes lo achacan a los gajes del nuevo oficio desempeñado por Calviño. “Bienvenida a la política”, bromean.
Cada cierto tiempo, salta a la palestra un nuevo escándalo en Bruselas por el mismo motivo: algún antiguo alto cargo de las instituciones europeas ha decidido pasarse al mundo privado. Las acusaciones de puertas giratorias se suceden y, en los casos más sangrantes, los portavoces comunitarios pasan el mal rato de tratar de convencer a la prensa y a la opinión pública de que son fichajes completamente limpios.