El Confidente
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Decepción y mosqueo en La Moncloa por el cierre de la Oficina Económica
Tuvo tiempos de gloria. Fue casi un ministerio bis. Aznar y Zapatero la dotaron de recursos y poder. Los años con Rajoy fueron de más a menos.
Más de dos décadas de historia han pesado a mejor vida con Pedro Sánchez. El nuevo presidente del Gobierno ha dejado un buen mosqueo en el equipo de Presidencia con una de sus primeras decisiones: eliminar la Oficina Económica de La Moncloa.
Tuvo tiempos de gloria. Fue casi un ministerio bis. Aznar y Zapatero la dotaron de recursos y poder. Por allí pasaron desde Pepe Barea a Miguel Sebastián, fuerzas en competencia con los superministros Rato y Solbes, respectivamente.
Los años con Rajoy fueron de más a menos, primero con el ministrable Álvaro Nadal y luego con su cuñada Eva Valle, un perfil puramente tecnócrata. Aunque supiera a poco, era un entidad que había conseguido consolidarse al margen del bipartidismo.
Sin embargo, Pedro Sánchez y su escudero Iván Redondo, a quien se atribuyen muchas de las decisiones (para bien y para mal), han dejado compuesto y sin novia a más de un candidato que aspiraba a ese lugar tan próximo e influyente al presidente.
Al final, el líder socialista ha resuelto el asunto con un departamento de Asuntos Económicos (subdirección general), que a su vez depende del director adjunto del gabinete de Presidencia. O sea, que el rasputín de Moncloa filtrará a Manuel de la Rocha, el elegido para el cargo.
Más de dos décadas de historia han pesado a mejor vida con Pedro Sánchez. El nuevo presidente del Gobierno ha dejado un buen mosqueo en el equipo de Presidencia con una de sus primeras decisiones: eliminar la Oficina Económica de La Moncloa.