Miquel Roca y Narcís Serra hacen piña para agasajar a Meritxell Batet

Miquel Roca y Narcís Serra siguen trasteando en la vida pública. Aunque sus días de vino y poder ya pasaron, los dos viejos próceres de la política catalana, uno desde las filas de la extinta CiU y otro desde el PSC, se dieron cita ayer martes con la ministra socialista Meritxell Batet con el conflicto catalán como telón de fondo.

Como si de una pareja de socios se tratara, Roca y Serrá hicieron tiempo en el comedor del Arahy -el restaurante donde Rajoy agotó sus últimas horas en política- hasta la llegada de la titular de Administraciones Públicas. Una cita informal en uno de los lugares de almuerzo más de moda en Madrid... o sea, imposible pasar desapercibidos.

Batet juega un papel clave dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Representante del puente político entre La Moncloa y la Ciudad Condal para reconducir el entuerto actual, una faena en la que sus compañeros de mesa y mantel tratan de seguir de cerca, entre bambalinas, por si aún corresponde susurrar algún consejo relevante.

En el caso de este triángulo político, los lazos son claros. Por un lado, Batet ejerció de jefa de gabinete para Narcís Serra cuando este ocupó la secretaria general del PSC, de modo que les une una relación estrecha, un grado de empatía que no comparte todavía con Roca -padre de la Constitución-. .