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La ministra de Industria, como una más en la barra del Congreso: bocata y prisas
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La ministra de Industria, como una más en la barra del Congreso: bocata y prisas

"Anda, pero si está ahí la ministra", se escuchó en algunas mesas. Se sorprendían por la naturalidad con la que Maroto se plantó en la tercera planta y se hizo sitio en la barra

Foto: La ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto. (EFE)
La ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, Reyes Maroto. (EFE)

No es habitual ver a los ministros un martes de pleno en la cafetería del Congreso. Y menos todavía en la barra del bar en la que periodistas y políticos de menor escala normalmente (todo hay que decirlo, sin que suponga una ofensa) suelen tomar café para aguantar las sesiones plenarias o comer en el margen —muchas veces de duración ridícula— que dejan las ruedas de prensa de los portavoces hasta que el reloj marca las tres de la tarde y Ana Pastor espera puntualmente a sus señorías.

Pero siempre hay excepciones. Y este martes la hubo por parte de una de las ministras del Gobierno de los gestos. La titular de la cartera de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, apareció a toda prisa a las tres menos unos minutos en la tercera planta del Congreso con el objetivo de almorzar. Las mesas bajas (las más cómodas), ocupadas. Las altas, también. Ni un taburete libre. Hora punta. Pero no hubo problema alguno. Se hizo un hueco en la barra con el desparpajo tan característico de este país cuando se quiere encontrar sitio en un bar y se pidió un bocata como una más. Hablaba con su acompañante mientras comía a toda prisa. Sonreía, saludaba y a lo suyo.

Hubo quienes tardaron en reconocerla. "Anda, pero si está ahí la ministra", se escuchó en algunas mesas. Se sorprendían por la naturalidad con la que Maroto se plantó en la tercera planta y se pidió su bocata rodeada del resto de comensales. Acabó en pocos minutos y se marchó al pleno.

En las últimas semanas suena como posible candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid, especialmente en los círculos del PSOE-M. El partido necesita una persona, una mujer preferiblemente, con suficiente entidad para hacer frente a Carmena e impulsar al grupo en el consistorio. Y, siendo honestos, ser ministra suma. Pero muchas voces lo niegan: no tendría sentido que Sánchez afrontara otra baja en su Gobierno, y menos aún tras el último episodio en la cartera de Sanidad. Pero si al final el jefe de Ferraz se plantea que podría ser alcaldesa... este confidente le dice que Maroto puede tener tablas.

No es habitual ver a los ministros un martes de pleno en la cafetería del Congreso. Y menos todavía en la barra del bar en la que periodistas y políticos de menor escala normalmente (todo hay que decirlo, sin que suponga una ofensa) suelen tomar café para aguantar las sesiones plenarias o comer en el margen —muchas veces de duración ridícula— que dejan las ruedas de prensa de los portavoces hasta que el reloj marca las tres de la tarde y Ana Pastor espera puntualmente a sus señorías.

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