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Solbes y Botella, el café imposible en la sobremesa madrileña
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Solbes y Botella, el café imposible en la sobremesa madrileña

Los jubilados en activo con pasado político gozan de una vida muy ociosa. Tienen tiempo, salud y dinero para disfrutar de las ofertas de su ciudad

Foto: Dos tazas de café. (EFE)
Dos tazas de café. (EFE)

Los jubilados en activo con pasado político gozan de una vida muy ociosa. Tienen tiempo, salud y dinero para disfrutar de las ofertas de ocio su ciudad. Lo saben muy bien, y hacen gala de ello, ilustres como Pedro Solbes, el exministro del PSOE. Esta semana, el que fuera el hombre de los números con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero compartía mesa y mantel con un grupo de amigos en un concurrido restaurante del centro de Madrid.

El episodio ho hubiera tenido nada de extraordinario si no fuera por lo ocurrido a los postres. Mientras la cuadrilla de Solbes enfilaba los postres, otro viejo conocido de la política enfiló el salón de manera despistada, buscando un rincón para una sobremesa de té y pastas. La protagonista era Ana Botella, exalcaldesa de la capital y abuela ejemplar, junto a una amiga que lucía ajugar y complementos del mismo tronío.

Por un momento, la esposa de José María Aznar, que esta semana está de bolos por tierras de México, amagó con saludar con dos besos a Solbes. En ese trance mutuo de "yo a tí te conozco", el socialista estuvo casi obligado a levantarse y ofrecerle a Botella y su amiga hueco en su mesa, ante la falta de sitios disponibles. Pero nada de eso ocurrió. Todo se despachó con un saludo a distancia, sin la falsa cortesía de preguntar por los nietos.

Donde si estuvo más cómoda y con sitio reservado, fue hace unos días, en la cena homenaje a Isidro Fainé. Esa noche la exalcaldesa de Madrid, también sin la compañía de Aznar, representó al matrimonio entre el plantel de invitados de caché que agasajó al veterano financiero. Esa noche también había populares y socialistas, como Javier Solana, pero la cita sí se prestaba para el artificio de las falsas apariencias.

Los jubilados en activo con pasado político gozan de una vida muy ociosa. Tienen tiempo, salud y dinero para disfrutar de las ofertas de ocio su ciudad. Lo saben muy bien, y hacen gala de ello, ilustres como Pedro Solbes, el exministro del PSOE. Esta semana, el que fuera el hombre de los números con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero compartía mesa y mantel con un grupo de amigos en un concurrido restaurante del centro de Madrid.

Pedro Solbes