Mariano Rajoy estrena WhatsApp en su nueva vida de civil

Mariano Rajoy debe de considerar que WhatsApp es ya un producto lo suficientemente maduro, que la tecnología está probada. El expresidente del Gobierno ya se ha instalado en su móvil la aplicación de mensajería despueś de evitarlo durante años, al igual que hicieron por motivos de seguridad otros cuadros de Moncloa, que se comunicaban mediante SMS. Es una de las novedades en la vida de Rajoy, que este fin de semana dio su primera entrevista como expresidente a un grupo de estudiantes de la Universidad Sek en Quito tras impartir allí una conferencia.

Esa conferencia fue algo aislado, que el presidente tenía agendada antes de ser destituido. Porque después de dejar La Moncloa, y al contrario que sus predecesores, no ha fichado por ninguna agencia de conferenciantes. No tiene representante que le busque los suculentos bolos que esperan a los expresidentes y que sin duda recibiría el gallego ahora que su popularidad crece con los días.

Al contrario, ha optado por una vida absolutamente de civil que solo volverá a interrumpir ante la llamada de Angela Merkel. Pasa sus días entre su registro en Santa Pola y Madrid, donde es fácil verlo paseando a toda velocidad por la Casa de Campo a primera hora de la mañana y devolviendo el saludo a los que le llaman "¡presidente!". También es fácil verlo por la estación de Atocha en uno de sus múltiples viajes en AVE entre Madrid y Alicante. Allí estaba el martes pasado, por ejemplo, con una cartera como un viajero más recibiendo los saludos de sus compañeros de vagón.