De El Corte Inglés a Mauritania: hasta el Bitter Kas para el cuerpo diplomático

A la altura de las cajas, en el Corte Inglés de Callao se acumulan muchos días embalajes en los que aparece impresa en grandes letras mayúsculas la palabra 'embajadas'. En las etiquetas, se puede leer después el nombre de las capitales de medio mundo.

Se trata de los encargos que hace el Ministerio de Exteriores para surtir sus sedes diplomáticas. Hace un par de semanas, por ejemplo, dos grandes cajas de cartón llenas de botellas de Bitter Kas bloqueaban un pasillo. ¿El destino? Mauritania. Otro recipiente rebosaba de cervezas Alhambra.

La mercancía acaba surtiendo las selectas despensas de nuestro cuerpo diplomático. A este confidente le detallan que el goteo de encargos es constante y de lo más variado: embutidos selectos, quesos de toda la geografía española, ahumados, cervezas de autor...

Tiene que ser maravilloso vivir a miles de kilómetros y seguir haciendo la compra en El Corte Inglés de Callao. Productos 'gourmet' y portes a cargo del contribuyente, claro.