Bajas de última hora en la gran fiesta del ladrillo por la tensión de Barcelona

Para muchos, es el principal evento que alberga el Barcelona Meeting Point, aunque tenga lugar fuera del ámbito ferial de la gran cita inmobiliaria del año. La fiesta que Merlin Properties, o sea, la socimi fundada por Ismael Clemente, celebra todos los años en la Ciudad Condal para reunir al gremio es lo más sonado del curso, hasta el punto de generar anécdotas para semanas de trabajo.

Este año, sin embargo, la fiesta puede ser menos lucida. La coincidencia en el calendario con la sentencia del 'procés' y los días posteriores de protestas violentas en algunos ejes destacados de Barcelona han hecho que bastantes de los invitados no hagan noche en la ciudad este jueves para asistir a la cita. Ha podido el miedo a quedarse atrapados durante el fin de semana.

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Aunque la determinación del consejero delegado de Merlin es de sobra conocida, no todos sus invitados cuentan con las mismas ganas de pegarse una buena fiesta, puro en mano, a cambio de correr el riesgo de quedar bloqueados el viernes en caso de altercados con el AVE o el puente aéreo. Por eso, desde la social, insistían en repescar a colegas del sector ante las bajas de última hora.

Mucho tendría que torcerse el día para que Clemente y su equipo no sean capaces de disfrutar la convocatoria. Más aún después del momento dulce que atraviesa, pues ha completado el 'road show' ante los inversores con la acción en máximos históricos y tiene medio pie metido en la gran operación inmobiliaria de Madrid para la próxima década. Y si algo se tuerce, un puro y a otra cosa.