El Confidente
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El presidente de AC ofrece todos sus hoteles para atender a los enfermos de coronavirus
Antonio Catalán, presidente de la cadena hotelera AC-Marriot, ha ofrecido todos sus hoteles en España para alojar a enfermos o medicalizar establecimientos
En momentos de gran zozobra, cada gesto es interpretado en clave heroica. Desde que estalló la pandemia, con toda su crudeza y crueldad, desde la sociedad civil se han multiplicado los ofrecimientos a las autoridades para que el poder público utilice bienes privados si fueran necesarios. El Ibex y los grandes empresarios son un buen reflejo de ello.
Pero el empresario turístico-hotelero navarro Antonio Catalán, presidente de la cadena hotelera AC-Marriot, es uno de los que han estado desde el primer momento en ese ejercicio de generosidad, ofreciendo todos sus hoteles en España para alojar enfermos o medicalizar establecimientos, como es el caso del macrohotel Auditorium en las afueras de la capital, justo al lado del aeropuerto internacional Adolfo Suárez-Barajas.
Los presidentes autonómicos han comentado entre ellos el caso de AC, que habló personalmente con todos los jefes de gobiernos autónomos para dejar constancia de su máxima disponibilidad para acudir gratuitamente al socorro de cualquier necesidad al respecto y mientras dure la infección masiva. El ofrecimiento de Catalán está respaldado por los máximos ejecutivos del Grupo Internacional Marriot, el conglomerado hotelero más grandes del mundo.
La mayor parte de los establecimientos hoteleros de España permanecen cerrados y el sector es el más perjudicado por la actual pandemia del coronavirus, un sector clave para la economía nacional que representa casi el 15% del producto interior bruto.
En momentos de gran zozobra, cada gesto es interpretado en clave heroica. Desde que estalló la pandemia, con toda su crudeza y crueldad, desde la sociedad civil se han multiplicado los ofrecimientos a las autoridades para que el poder público utilice bienes privados si fueran necesarios. El Ibex y los grandes empresarios son un buen reflejo de ello.