El Confidente
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El banquero que no llegó a Sotogrande para el confinamiento
Muy pocos de los vecinos ilustres del complejo residencial han conseguido trasladarse allí para cumplir el estado de alarma
No hay como disfrutar un chaletazo con parcela en un rincón de Sotogrande para pasar la cuarentena. Otra cosa es tenerlo pagado y sin usar por haberte quedado a mitad de camino, atrapado en tu finca de caza manchega, sin tiempo para bajar hasta Cádiz.
Esa es la cruz que arrastra un veterano banquero desde hace semanas, cuando desde sus hectáreas de campo cuidadrealeño vio cómo el estado de alarma limitaba los movimientos no justificados de toda la población española, incluidos los señoritos del Ibex.
Pese a lo clarito de la norma, este banquero de pedigrí realizó alguna gestión para conseguir un salvoconducto de la Guardia Civil que le permitiera desplazarse en coche sin riesgo de una sanción, pues atesora alguna mala experiencia bastante sonada con la Justicia.
Su gozo gaditano ha quedado para mejor ocasión. Algunos compañeros de zona, como los valencianos de Coca-Cola, sí consiguieron mudarse a tiempo a Sotogrande. Aunque no hay golf ni permiso de playa, los días en ese gigante vergel hacen más llevadero el encierro.
No hay como disfrutar un chaletazo con parcela en un rincón de Sotogrande para pasar la cuarentena. Otra cosa es tenerlo pagado y sin usar por haberte quedado a mitad de camino, atrapado en tu finca de caza manchega, sin tiempo para bajar hasta Cádiz.