El Confidente
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¿Vuelta a la oficina poscovid en verano o a finales de año? Todo depende del ascensor
A diferencia de lo que ocurre en otras de sus oficinas europeas, la fecha de cierta multinacional para volver a la oficina se ve alargada por las restricciones de los ascensores de su sede
La hora punta matutina es uno de los grandes dramas de vivir y trabajar en la ciudad. Las multitudes, prisas, sudores, estornudos… Y ahora, con la agravante del covid-19. Mucho se ha hablado del transporte público (y con razón), pero la sociedad está teniendo que empezar a abordar otro lugar de reunión inevitable: el ascensor.
Tanto es así que una multinacional financiera está estimando un plan de vuelta a la oficina tras la cuarentena que es distinto en Londres al que prevé en otras de sus oficinas europeas. Mientras que en Europa continental valora empezar a regresar a finales de verano, en Reino Unido el rascacielos donde se encuentra su sede está sujeto a restricciones debido al ascensor, por lo que la firma teme no poder volver hasta finales de año o incluso entrado 2021.
Una cosa es el ascensor ocasionalmente ocupado de un edificio cuyo número de pisos invita a coger las escaleras y otra es repartir a cientos de personas entre decenas de plantas. Sobre todo si esas personas tienen que coincidir en un espacio pequeño y cerrado durante los minutos que lleve subir o bajar.
Las empresas empiezan a tener en cuenta el problema de los ascensores y algunas, como Ikea, ya han marcado dibujos en el suelo de sus establecimientos comerciales para que los clientes respeten una distancia de seguridad. Pero el lugar de trabajo, con sus prisas y presiones, es otra historia. ¿Cómo marcar la distancia mínima en la entrada a un rascacielos? ¿Habrá que añadirle al tráfico urbano el estrés de esperar en una cola de gente para entrar a la oficina?
La hora punta matutina es uno de los grandes dramas de vivir y trabajar en la ciudad. Las multitudes, prisas, sudores, estornudos… Y ahora, con la agravante del covid-19. Mucho se ha hablado del transporte público (y con razón), pero la sociedad está teniendo que empezar a abordar otro lugar de reunión inevitable: el ascensor.