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Tras la cumbre de Zahara de los Atunes

En el PP, consideran poco estético que Campo y Chaves conversaran sin más problema. Desde el entorno de los afectados, no le dan mayor importancia y aseguran que fue un saludo amistoso

Foto: El expresidente Manuel Chaves. (EFE)
El expresidente Manuel Chaves. (EFE)

Las fotos las dio un periódico digital, ‘El Mira’, y muestran al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, charlando con el expresidente Manuel Chaves en la orilla de la playa de Zahara de los Atunes (Cádiz). Al parecer, según trasladan quienes saben cómo se produjo, fue un encuentro casual porque ambos pasan allí unos días de vacaciones. Campo estaba acompañado de su actual pareja, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. “Ni encuentro, ni reunión ni cumbre. Un saludo”, señalan quienes saben qué ocurrió exactamente este pasado miércoles.

Sin embargo, las lecturas de la charla no se hicieron esperar. El PP incluso lanzó en sus redes oficiales este mensaje: “Chaves cazado junto al ministro de Justicia y la presidenta del Congreso mientras está a la espera de su posible condena por el caso de los ERE. Se reúnen en la playa sin mascarilla y sin el distanciamiento social que requiere la normativa vigente”.

Lo curioso es la 'guerra de mascarillas' como arma política, porque el PP de Málaga colgó ese tuit cuando días atrás fue el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, quien apareció en las cuentas oficiales del PSOE andaluz corriendo sin mascarilla o acudiendo a una clase de pilates en coche oficial, lo que molestó profundamente “por falta de rigor y seriedad” de la oposición en las filas populares.

Chaves ha recurrido al Supremo su condena de nueve años de inhabilitación por el caso de los ERE y ha pedido su absolución. Lo hizo en junio, como el expresidente José Antonio Griñán, tras el parón del estado de alarma. La pandemia de covid ha sido ya la puntilla a una agónica espera para los dos exdirigentes socialistas, que confían sinceramente en restaurar su honor con un fallo favorable del alto tribunal. En el caso de Griñán, hay mucho más en juego, porque la Audiencia de Sevilla también lo condenó por malversación y podría implicar cárcel si no se revoca ese fallo.

Encuentro casual

En el PP consideran poco estético que Campo y Chaves conversaran sin más problema. Desde el entorno de los afectados, no le dan mayor importancia y aseguran que fue un saludo amistoso y que “es ridículo sacar ninguna interpretación más” de esa charla. El ministro de Justicia ocupó cargo en la Junta de Andalucía cuando Chaves era presidente. Fue director general en la Consejería de Justicia de 1997 a 2001. Después sería secretario de Estado de Justicia en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el que el expresidente andaluz fue vicepresidente y ministro de Política Territorial.

Además, comparten amigos comunes en su ‘pandilla’ gaditana y se conocen de sobra como para evitar un saludo, señalan fuentes del PSOE. “Sería ridículo”, advierten. Admiten que las imágenes, captadas por cualquier veraneante al que sorprendió la escena, no les han gustado porque estaban de vacaciones y forman parte de su vida privada, pero también dejan claro que ni tienen interés, ni significan nada ni les preocupan en especial. “Posiblemente, de lo último que hablarían es del recurso al Supremo”, señala un amigo del expresidente andaluz.

Alejados de los focos

Tanto Chaves como Griñán mantienen una vida totalmente alejada del PSOE en sus actos y con escasas apariciones públicas. De hecho, sorprendió que ambos acudieran a un acto en Sevilla, el pasado febrero, de la fundación de Felipe González, donde intervino el expresidente. Fue una de las pocas veces que se les ha visto tras la condena de los ERE en un lugar con prensa y fotógrafos. Fue González quien les pidió que acudieran. Susana Díaz se guarda mucho de que se la pueda ver con sus antecesores en público. Desde el entorno de la líder del PSOE andaluz, algunos dirigentes mantienen comunicación con Griñán. Con Chaves, es mucho más escasa.

Las fotos las dio un periódico digital, ‘El Mira’, y muestran al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, charlando con el expresidente Manuel Chaves en la orilla de la playa de Zahara de los Atunes (Cádiz). Al parecer, según trasladan quienes saben cómo se produjo, fue un encuentro casual porque ambos pasan allí unos días de vacaciones. Campo estaba acompañado de su actual pareja, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. “Ni encuentro, ni reunión ni cumbre. Un saludo”, señalan quienes saben qué ocurrió exactamente este pasado miércoles.

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